El Gran Premio de Gran Bretaña 2025, celebrado en el icónico circuito de Silverstone, no solo estuvo marcado por la histórica victoria de Lando Norris en casa y el primer podio de Nico Hülkenberg con Sauber, sino también por una serie de incidentes que ensombrecieron la celebración del automovilismo. La emoción en pista contrastó con una serie de hechos que encendieron las alarmas de seguridad y obligaron a la intervención de las autoridades locales, en un evento que reunió a leyendas del deporte como Martin Brundle, Damon Hill y Johnny Herbert.
Uno de los episodios más graves ocurrió el viernes 4 de julio, cuando fue reportado el robo de un volante de altísimo valor perteneciente a un coche clásico de Fórmula 1 expuesto en el paddock. La Policía de Northamptonshire emitió un comunicado solicitando ayuda ciudadana para identificar al responsable, divulgando una imagen de un hombre captado por las cámaras de seguridad en el momento del hurto. El volante robado, valorado en varios miles de euros, formaba parte de una colección histórica que incluía monoplazas como el McLaren MP4/5 de Alain Prost y el Benetton B191 de Michael Schumacher.
Escándalo en Formula 1
El incidente generó gran indignación, ya que el objeto sustraído no solo representa un elevado valor económico, sino también un incalculable valor histórico. La exposición, organizada como homenaje a figuras emblemáticas de la F1, como Eddie Jordan, se convirtió inesperadamente en el escenario de un crimen que ha levantado interrogantes sobre los protocolos de seguridad en este tipo de eventos. La policía instó a quienes reconozcan al sujeto de la imagen a proporcionar información, refiriendo el número de incidente 25000390674 para facilitar las investigaciones.
Pero el escándalo no terminó ahí. Ese mismo viernes, tres conocidos youtubers del ámbito del motor —Morgan Burtwistle (AngryGinge), Charlie Clark (Chazza) y Samuel Imie (SamHam)— fueron arrestados bajo sospecha de causar daños valorados en varios miles de libras a un monoplaza Racing Point también expuesto en el evento. Según las autoridades, los jóvenes accedieron sin autorización a un área restringida y uno de ellos se subió al vehículo, provocando desperfectos significativos. Los detenidos, de entre 23 y 27 años, fueron puestos bajo custodia mientras se investigaban los hechos.
Los implicados negaron categóricamente las acusaciones y calificaron su detención como arbitraria. Uno de ellos denunció que fueron retenidos por simples malentendidos, asegurando que los daños no fueron ocasionados por ellos. La policía, tras revisar las pruebas del caso, decidió liberar a los tres individuos al no encontrar fundamentos suficientes para continuar el proceso legal. A pesar de su liberación, estos hechos dejan en evidencia la necesidad urgente de reforzar la seguridad en eventos de alto perfil como los Grandes Premios, para proteger tanto el legado del automovilismo como la experiencia de los aficionados.



