Las autoridades francesas anunciaron el despliegue de 11.500 policías en la región de París como medida preventiva ante dos eventos que podrían congregar a multitudes: la final del Mundial de Clubes que disputará el PSG este domingo 13 de julio en Nueva York ante el Chelsea, y la celebración de la Fiesta Nacional francesa el lunes 14 de julio. El anuncio fue realizado por el prefecto de Policía de París, Laurent Núñez, en una entrevista con el canal BFMTV, en la que explicó que se trata de un dispositivo "muy denso" para evitar incidentes similares a los ocurridos el pasado 31 de mayo, cuando la capital vivió disturbios durante la celebración de la Champions League ganada por el conjunto parisino.
Entre las medidas destacadas está la prohibición de cualquier reunión festiva en los Campos Elíseos a partir de las 19:00 horas del domingo, hora local. La decisión busca prevenir actos de violencia y saqueos que en anteriores ocasiones empañaron las celebraciones deportivas. Además, se prohíben las 'Fan Zones', y los bares no podrán colocar televisores orientados hacia la calle, todo con el objetivo de evitar concentraciones masivas que puedan desbordar el control policial.
París en alerta
El PSG llega a esta final del Mundial de Clubes tras una destacada actuación, eliminando en semifinales al Real Madrid con un contundente 4-0, mientras que el Chelsea superó al Fluminense de Brasil por 2-0. Aunque el encuentro se disputa en Estados Unidos, las autoridades temen posibles aglomeraciones y celebraciones espontáneas en París en caso de victoria del equipo de Luis Enrique, lo que ha motivado el refuerzo de la seguridad en varios puntos estratégicos de la ciudad.
El dispositivo también se mantendrá activo durante el Día de la Bastilla, cuando miles de personas asistirán al desfile militar en los Campos Elíseos. La presencia policial será notable tanto durante el evento como por la noche, cuando se espera que unas 60.000 personas se reúnan en la explanada de los Campos de Marte para presenciar el tradicional espectáculo de fuegos artificiales. Según Núñez, todos los asistentes serán "controlados" por los agentes para garantizar la seguridad y el orden público durante las celebraciones patrióticas.



