El París Saint Germain (PSG) ha expresado públicamente su malestar con la Selección de Francia y con el seleccionador Didier Deschamps, tras las lesiones sufridas por Ousmane Dembélé y Désiré Doué en el partido de clasificación al Mundial contra Ucrania. El club parisino sostiene que ya había advertido a la Federación Francesa de Fútbol (FFF) sobre el delicado estado físico de algunos de sus jugadores, pero asegura que estas recomendaciones médicas no fueron tomadas en cuenta, lo que derivó en consecuencias negativas tanto para los futbolistas como para la institución.
En un comunicado emitido este domingo, el PSG solicitó la creación de un "nuevo marco formalizado de coordinación médica" que garantice una comunicación más fluida y documentada entre los médicos de los clubes y los de la selección. La entidad capitalina pide, además, que se refuerce el principio de precaución en las convocatorias internacionales, especialmente cuando los jugadores arrastran una patología en tratamiento.
El PSG pierde a dos jugadores por lesión
El club señala que las lesiones de Dembélé y Doué no solo limitan a los futbolistas en lo personal, sino que también tendrán un fuerte impacto deportivo en el equipo. En el caso de Dembélé, que solo disputó 30 minutos contra Ucrania antes de ser sustituido por Hugo Ekitike, su baja le impedirá estar en las próximas semanas, incluyendo el debut del PSG en la fase de grupos de la Champions League frente al Atalanta.
El PSG lamenta que, pese a haber proporcionado información médica detallada sobre la carga de trabajo y los riesgos de sus jugadores, la selección francesa no haya seguido dichas recomendaciones ni concertado con el cuerpo médico del club. Por ello, exige con urgencia un nuevo protocolo de coordinación médico-deportiva que priorice la salud y el bienestar de los jugadores en toda circunstancia.
Ante las críticas, Didier Deschamps se defendió afirmando que Dembélé estaba en condiciones de jugar y que la lesión no se produjo en la pierna que había presentado molestias anteriormente. El seleccionador francés sostuvo que fue un infortunio que podría haberle ocurrido a cualquier jugador y recalcó que, desde la perspectiva médica, no existían impedimentos para que el delantero participara en el encuentro contra Ucrania.



