La Federación Inglesa de Fútbol (FA) ha elevado recientemente una petición formal a la UEFA con el objetivo de revisar el formato actual de las fases de clasificación para el Mundial y la Eurocopa. Según su director ejecutivo, Mark Bullingham, estos procesos se han vuelto "demasiado predecibles", lo que ha reducido el nivel de emoción y competitividad que debería caracterizar al fútbol internacional. Para la FA, el momento es propicio para replantear el sistema y explorar nuevas alternativas que permitan dinamizar la competición y generar mayor interés entre selecciones y aficionados.
Bullingham afirmó que Inglaterra forma parte activa del grupo de trabajo que analiza posibles reformas, subrayando que existe una "intención clara" por parte de la UEFA para mejorar los torneos clasificatorios. La idea es estudiar modelos que reduzcan la desigualdad entre selecciones y favorezcan encuentros más equilibrados, evitando fases en las que algunos equipos apenas encuentran resistencia camino a los grandes eventos. Este proceso de evaluación se presenta como una oportunidad para modernizar un esquema que, según la FA, ha dejado de ofrecer la emoción esperada.
La UEFA tendrá la última palabra
El desempeño reciente de la selección inglesa sirve como ejemplo del problema que la FA busca corregir. El combinado dirigido por Thomas Tuchel ya aseguró su presencia en el próximo Mundial tras una campaña prácticamente perfecta: siete victorias en siete partidos, veinte goles marcados y ninguno recibido. A falta de enfrentarse a Albania, el equipo ha transitado por la fase de grupos sin sobresaltos, lo que reaviva el debate sobre si el actual formato favorece partidos demasiado desequilibrados y resultados previsibles.
Si bien la intención de cambiar el sistema está sobre la mesa, cualquier modificación significativa no podría aplicarse de inmediato. La propia FA ha confirmado que la Eurocopa de 2028 mantendrá el formato actual, por lo que una eventual reforma entraría en vigor, como mínimo, de cara al Mundial de 2030, organizado por España, Portugal y Marruecos. De momento, la UEFA continúa evaluando propuestas y consultando a las federaciones involucradas, en un proceso que podría redefinir el futuro del fútbol de selecciones en Europa.



