Irlanda firma una remontada épica y se mete en la repesca
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Irlanda protagoniza una de las remontadas más memorables de las Eliminatorias

Cuando Hungría celebraba la clasificación, Parrott apareció en el último suspiro para torcer el destino: un gol que hizo vibrar a Irlanda y silenció al Puskas Arena.

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Celebración de Troy Parrott ante Hungría - Ireland Football
Celebración de Troy Parrott ante Hungría / FOTO: Ireland Football

La República de Irlanda protagonizó una de las gestas más inesperadas de la fase de clasificación al Mundial al remontar in extremis ante Hungría en el Puskas Arena. Cuando el partido agonizaba y el empate parecía condenar a los irlandeses a la eliminación, apareció Troy Parrott, delantero del AZ Alkmaar, para estirar la pierna derecha y batir a Denes Disbusz en la última acción del encuentro. Su gol, tan desesperado como brillante, no solo selló el triunfo visitante, sino que certificó una remontada memorable que otorgó a Irlanda el boleto para la repesca mundialista.

El conjunto dirigido por Hemir Hallgrimsson había iniciado esta última ventana de selecciones con un panorama sombrío. La clasificación para Estados Unidos, Canadá y México parecía un sueño lejano, por lo que Irlanda estaba obligada a sumar seis puntos en noviembre para mantener sus opciones. La victoria ante Portugal había alimentado la ilusión, pero el duelo ante Hungría, que solo necesitaba un empate para asegurarse el segundo puesto del Grupo F, se presentaba como una final anticipada.

Irlanda hace historia en patio ajeno

Hungría golpeó primero con rapidez gracias al tanto de Daniel Lukacs a los tres minutos, y aunque Troy Parrott empató de penalti poco después, Barnabas Varga devolvió la ventaja a los locales con una espectacular volea que silenció a los irlandeses. Sin embargo, la selección visitante no dejó de creer. En el minuto 80, Parrott volvió a aparecer con sangre fría para recibir un pase de Finn Azaz y definir con sutileza al segundo palo, encendiendo la esperanza de una remontada que parecía improbable.

El desenlace fue digno de una epopeya deportiva. Con Hungría aferrándose a un empate que le daba la clasificación, Irlanda lanzó un último balón al área en tiempo añadido. Liam Scales prolongó de cabeza y Parrott, oportuno y decidido, firmó su hat trick con un toque corto que desató la locura visitante. Con este triunfo, el tercero consecutivo, Irlanda mantiene vivo su sueño de regresar a un Mundial por primera vez desde 2002. Hungría, en cambio, prolonga su larga espera desde México 1986.

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