Portugal y Colombia, la llave más impredecible del Grupo K

Cristiano Ronaldo se enfrentará a James Rodríguez en un choque que promete.

Portugal y Colombia se citan para un duelazo con Cristiano y James., Especial.
Portugal y Colombia se citan para un duelazo con Cristiano y James. / FUENTE: Especial.

A seis meses del inicio de la Copa del Mundo de Norteamérica 2026, el cruce entre Portugal y Colombia en el Grupo K aparece como uno de los enfrentamientos más atractivos de la primera fase. Ambas selecciones llegan con presente sólido, estilos contrastados y figuras capaces de inclinar cualquier partido.

Portugal, liderada por Cristiano Ronaldo en la que podría ser su última Copa del Mundo, encara el torneo con la ambición de conquistar por fin el título que le ha sido esquivo. Bajo el mando de Roberto Martínez, la escuadra lusa ha consolidado una identidad basada en la posesión, el juego asociado y la creatividad en el mediocampo.

Jugadores como Bruno Fernandes, Bernardo Silva y João Neves permitirán a los europeos mantener un ritmo alto de circulación y generar fútbol entre líneas, mientras que atacantes como Rafael Leão y Gonçalo Ramos ofrecerán desequilibrio en velocidad y potencia.

El camino portugués hacia el Mundial fue firme, terminando como líder del Grupo F europeo con actuaciones contundentes, entre ellas la goleada 9-1 ante Armenia. Pese al tropiezo frente a Irlanda y la comentada expulsión de Cristiano Ronaldo, el equipo cerró la clasificatoria mostrando autoridad.

La Colombia de James Rodríguez 

Colombia encabezada por James Rodríguez, por su parte, llega con un ciclo estable y una mezcla interesante entre experiencia y renovación. La selección sudamericana ha fortalecido su estructura táctica, potenciando la intensidad en la presión, la solidez en el mediocampo y la capacidad para atacar en transición. Con figuras en ascenso y futbolistas ya consolidados en Europa y América, el cuadro cafetero se perfila como un rival incómodo para cualquier potencia.

El duelo entre Portugal y Colombia promete ser un choque de estilos: control y técnica frente a vértigo y disciplina. Un partido clave que podría definir el destino del Grupo K en un Mundial histórico, el primero con 48 selecciones.