Colossal Biosciences fue fundada en 2021 por el reconocido genetista George Church, catedrático de Harvard, y el empresario tecnológico Ben Lamm. Desde entonces, la empresa se ha posicionado como líder en el campo emergente de la desextinción, una rama de la biotecnología que busca revivir especies desaparecidas mediante técnicas avanzadas de ingeniería genética.
Después del "lobo terrible", su mirada ya está puesta en especies aún más emblemáticas, entre estas:
- El mamut lanudo, a través de la edición genética de elefantes asiáticos. Colossal ha prometido resultados concretos para 2028.
- El tigre de Tasmania o tilacino, especie carnívora extinta en el siglo XX.
- El rinoceronte blanco del norte, que cuenta con solo dos hembras vivas y está funcionalmente extinto.
- El dodo, ave no voladora extinta desde el siglo XVII, símbolo de los daños de la colonización en los ecosistemas insulares.
En semanas recientes, la empresa también reportó la creación de ratones genéticamente modificados con genes del mamut, como parte de los ensayos previos a su proyecto estrella.
Un debate científico y ético
Los proyectos de Colossal han provocado tanto entusiasmo como controversia. Por un lado, sus fundadores argumentan que la desextinción podría restaurar ecosistemas perdidos y proteger especies en peligro crítico. Por otro lado, sus detractores cuestionan la viabilidad, la ética y el verdadero impacto ecológico de introducir especies extintas—o versiones modificadas de ellas—en entornos actuales profundamente alterados.
Un ejemplo recordado por la comunidad científica es el del bucardo, una subespecie de cabra montés extinguida en España. En 2003, científicos lograron clonar un ejemplar, pero la cría falleció a los pocos minutos de nacer, marcando uno de los primeros intentos fallidos de desextinción.
¿Ciencia o ciencia ficción?
Las comparaciones con la empresa ficticia de Jurassic Park no se han hecho esperar. Sin embargo, Colossal insiste en que sus objetivos están lejos del espectáculo cinematográfico: "No buscamos crear zoológicos del pasado, sino reparar el daño ecológico del presente", han declarado.
Aunque la comunidad científica exige más evidencia y transparencia, Colossal Biosciences parece decidido a seguir su carrera por la desextinción.



