Cuando el reloj del 21 de abril de 2025 marcó las 7:35 horas se oficializó el deceso del Papa Francisco, en su residencia oficial de la Casa Santa Marta, de la Ciudad del Vaticano. La noticia llenó de luto a la comunidad católica, quien siempre recordará al Sumo Pontífice por su labor en beneficio de los pobres y por llevar un estilo de vida austero y sencillo, en comparación de algunos de sus antecesores.
El impacto de la muerte del Papa Francisco hizo eco entre fieles que lloraron su partida. Entre los personajes famosos que reaccionaron estuvieron: Emmanuel Macron, presidente de Francia; Joe Biden, expresidente de EE. UU.; Javier Milei, de Argentina y Luz Inácio Lula da Silva, de Brasil entre otros.
El legado del Papa Francisco para la Iglesia Católica tuvo un impacto en la religión y el mundo, destacando seis pilares de su ministerio. Entre esos puntos importantes se destacó la "Sinodalidad" (Reforma Estructural), porque el Sumo Pontífice impulsó una transformación en la toma de decisiones de la Iglesia.
Sitios especializados afirmaron que el Sínodo de la Sinodalidad es, probablemente, su más grande jugada con el fin de que la Iglesia no sea solo jerárquica, sino incluyente en cuanto a la participación activa de los laicos, mujeres y comunidades locales para el futuro católico.
A través de su encíclica Laudato si, emitida en 2015, Francisco colocó a la Iglesia como punto clave e importante en el desafío contra el cambio climático. Para ese extremo, el Santo Padre acuñó su "concepto de Ecología Integral", para conectar el cuidado del medio ambiente con la justicia social.
Francisco argumentó que el "grito de la tierra" y el "grito de los pobres" son un solo problema.
En el tercero de los Pilares, Francisco destacó la importancia de la Fraternidad Humana y el Diálogo Interreligioso; en ese legado incluyó un acercamiento histórico con el mundo islámico, consolidado en el Documento sobre la Fraternidad Humana, firmado en Abu Dabi en 2019. La encíclica Fratelli tutti del 2020 resume esta visión relacionándola con una política global, basada en la amistad social y el rechazo a la guerra y la "indiferencia globalizada".
El Papa Francisco y su promulgación a favor de los pobres
El cuarto pilar destacó a La Iglesia de los Pobres y de las Periferias, tema que proclamó desde su elección, cuando solicitó que los fieles no se olvidaran de los pobres. De esa manera trasladó el foco de atención de Roma y Europa hacia las "periferias" de continentes como África, Asia y América Latina.
Expertos en religión declararon que Francisco rompió con el eurocentrismo del Vaticano, al nombrar cardenales en países que nunca habían tenido representación.
Cabe destacar que el Sumo Pontífice también hizo importantes reformas financieras y de transparencia, considerando este tema como la quinta base de su labor. Sus esfuerzos fueron orientados hacia la limpieza de las finanzas del Vaticano. De esa forma, otorgó más poderes a la Secretaría para la Economía y permitió que altos mandos, incluyendo cardenales, sean juzgados por tribunales civiles por corrupción y malversación.
El Papa de la misericordia
el sexto fundamento de su legado destacó la importancia de "una moral de la misericordia sobre el dogma", dando un enfoque pastoral para dar prioridad al acompañamiento sobre la condena legalista. Los detalles de este punto aparecen en documentos como "Amoris Laetitia" y la declaración "Fiducia Supplicans" de 2023.
Esta última afirmación permite las bendiciones pastorales a parejas en situaciones "irregulares", como parejas del mismo sexo, y reflejan su intento de hacer una Iglesia más inclusiva sin alterar la doctrina fundamental del matrimonio.
El Sumo Pontífice fue considerado como el "Papa de los gestos", porque intentó transformar una institución milenaria en un "hospital de campaña", donde la acogida era más importante que la dureza administrativa.



