Mujeres indígenas de diferentes puntos del país e integrantes del Consejo Nacional de Mujeres Tejedoras llevaron a cabo una protesta este jueves 20 de marzo frente al Congreso de la República, en la zona 1 capitalina. Sus requerimientos se enfocaron en que los diputados conozcan y aprueben una normativa que protege los derechos de los tejidos.
Se trata de la iniciativa de ley 6136, enfocada en la protección de la propiedad intelectual colectiva sobre los textiles e indumentaria de los pueblos y comunidades indígenas de Guatemala.
Esta propuesta presentada en septiembre de 2022 fue conocida por el pleno en febrero de 2024; sin embargo, hasta ahora no cuenta con una decisión concreta con respecto a su implementación en el país.
La propuesta tiene por objeto reconocer, respetar, promover, salvaguardar y proteger los derechos colectivos de propiedad intelectual de los pueblos indígenas, sobre sus diseños, símbolos y otras expresiones incorporadas a sus tejidos, textiles, indumentaria y elementos constitutivos de su identidad cultural.
"Buscamos proteger nuestros derechos"
De acuerdo con Silvia Pablo, integrante y vocera del Consejo Nacional de Tejedoras, tomaron la decisión de llevar a cabo este plantón en las afueras de la sede del Legislativo para dar a conocer su situación. Señaló que, ante la falta de medidas para proteger sus derechos, cada día más se ven afectados sus diseños por el tema del plagio.
"Estamos organizadas como Consejo Nacional de Tejedoras y vamos a ingresar al Congreso porque ya presentamos una vez la iniciativa de ley, pero no ha sido avalada. Ya la ingresamos una segunda vez y tampoco se quiere aprobar. Queremos que se proteja el derecho de autor de nuestros tejidos, que sea directamente para nosotras, porque somos nosotras quienes los hacemos", dijo.
Asimismo, hizo un llamado a la ciudadanía para que evite comprar productos que surgen de procesos computarizados. "No dejen que personas lleguen bajo engaños. A veces solo se acercan para aprender, sacar las puntadas que hacemos en cada municipio, pero después resulta ser un engaño o termina en un trabajo con pagos mínimos a cambio", compartió.
La entrevistada indicó que existen máquinas que están siendo comercializadas, las cuales provienen de Japón, China y otros países. Estas sirven para crear tejidos de forma industrializada, copiando diseños que las tejedoras manejan. En ese contexto, indicó que estos equipos son comprados y se elaboran textiles, por lo que al final reemplaza el trabajo de las mujeres.
* Con información de Omar Solís, Emisoras Unidas Digital.