El Consejo Comunitario de Desarrollo Urbano y Rural (Cocode) de Chuasanahí, en San Pedro La Laguna, Sololá, denunció un hecho ocurrido el pasado 31 de mayo que generó alarma entre los vecinos. Un grupo de personas realizaba un ritual con imágenes representando al diablo y a la muerte a la orilla del lago de Atitlán.
Según el acta emitida por el Cocode, la alerta fue dada por una vecina del sector conocido como "Ko'on", quien sufrió una crisis nerviosa al encontrarse de forma sorpresiva con los individuos y los objetos rituales en la orilla del lago. Además, denunció haber sido tratada de manera abusiva por quienes realizaban la actividad.
Los comunitarios identificaron a dos personas: Carlos Tiño Gabriel y Manuela Tiño Gabriel, originarios de Quiché, quienes explicaron haber sido guiados por un vecino de San Juan La Laguna, identificado como Nicolás, para realizar el acto ritual en el lago de Atitlán.
Ritual no correspondía a prácticas mayas tradicionales
Ante la situación, se convocó de emergencia a los consejos comunitarios de Chuasanahí, Chuacanté, Tzanjay y Pacuchá, así como al Juez de Asuntos Municipales y a guías espirituales mayas de la localidad. Estos últimos confirmaron que el ritual no correspondía a prácticas mayas tradicionales, y lo catalogaron como un acto de invocación de energía negativa.
Los participantes del ritual fueron expulsados del lugar con la advertencia de no repetir ese tipo de actividades. En el acta comunitaria también se dejó constancia de la citación a Nicolás para que diera explicaciones, sin embargo, este no se presentó. Las autoridades comunitarias lo dejaron como responsable de cualquier daño que pudiera sufrir la vecina afectada.
Los líderes aclararon que respetan todas las creencias religiosas, pero señalaron que la actividad realizada fue inapropiada por la hora, el lugar turístico y la presencia de niños y familias. El caso fue trasladado al consejo de ancianos para su seguimiento.










