Un nuevo estudio de Plan International y el Consejo Noruego para Refugiados (NRC), titulado ´Educación en Alerta´, destaca que la violencia, amenazas naturales y la inseguridad en el trayecto y en las escuelas afecta a niñas, niños y adolescentes de Guatemala y Honduras.
La investigación, divulgada este lunes, advierte que menores y adolescentes "estudian en entornos marcados por violencia, trayectos inseguros y afectaciones recurrentes por inundaciones, tormentas y otros eventos naturales, comprometiendo su seguridad, bienestar y continuidad educativa".
Los trayectos casa-escuela, especialmente para las adolescentes, son uno de los momentos de "mayor riesgo", mientras que, en zonas con presencia de grupos armados o control territorial, "el miedo, la ansiedad y la inasistencia se vuelven parte de la vida diaria de estudiantes y docentes".
El clima dentro y alrededor de varios centros educativos es relativamente más protector que la comunidad, pero está lejos de ser un "espacio blindado".
Al mismo tiempo, en algunas escuelas conviven, el bullying y la violencia entre pares; la violencia basada en género -comentarios, tocamientos y acoso-; robos; consumo y venta de drogas; peleas; y, en algunas zonas, la influencia de pandillas concluye el estudio en uno de sus hallazgos.



