Para muchas personas, el día comienza con el sonido insistente de una alarma en el celular. Sin embargo, la ciencia sugiere que hay una forma más saludable y natural de iniciar la jornada: exponerse a la luz del sol durante las primeras horas del día. Aunque pueda parecer un simple hábito, la luz del sol matutina está demostrando tener efectos profundos sobre el bienestar físico y emocional.
Durante las últimas décadas, ha crecido el interés en estrategias no farmacológicas para mejorar la salud mental. Entre ellas, la exposición a la luz natural destaca como una de las más accesibles y efectivas. Según un metaanálisis publicado en Scientific Reports en 2023, recibir luz brillante al comenzar el día mejora significativamente el estado de ánimo general y ayuda a regular procesos biológicos clave.
Esto se debe, en gran parte, al impacto de la luz sobre el ritmo circadiano: el sistema interno que regula el ciclo sueño-vigilia, la temperatura corporal y la liberación de hormonas como la melatonina y el cortisol. Cuando el cuerpo recibe señales claras de que es de día, sincroniza mejor sus funciones internas, lo que se traduce en un sueño más reparador y una mayor estabilidad emocional.
Vitamina de la luz del sol
Además, la luz solar matutina activa la síntesis de vitamina D, esencial para el metabolismo óseo y el funcionamiento del sistema inmunológico. Incorporar este hábito no requiere grandes cambios: cepillarse los dientes junto a una ventana, salir a caminar temprano o simplemente desayunar en el jardín son acciones sencillas que pueden marcar una gran diferencia.
Un estudio realizado en Tokio refuerza esta idea. Estudiantes universitarios que caminaron 30 minutos bajo el sol cada mañana durante dos semanas mostraron mejoras claras en su sueño y estado emocional, en comparación con quienes caminaban por la tarde.
Más allá de una moda, la luz del sol de la mañana se perfila como una herramienta eficaz para mejorar la calidad de vida. Y lo mejor: está disponible cada día, de forma gratuita.



