El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a generar controversia el martes 29 de abril durante una entrevista, al bromear con la idea de convertirse en el nuevo Papa tras la muerte de Francisco, ocurrida el pasado 22 de abril.
Yo sería mi opción número uno", dijo entre risas el mandatario, en lo que pareció un comentario humorístico, aunque cargado con su habitual tono provocador. Sin embargo, el momento que más llamó la atención fue cuando Trump expresó su respaldo al cardenal Timothy Dolan, arzobispo de Nueva York, como posible sucesor del pontífice.
Trump apoya al cardenal de Nueva York
Tenemos un cardenal que resulta ser de un lugar llamado Nueva York, que es muy bueno. Veremos qué pasa", señaló sin abundar en detalles. La declaración desató una ola de reacciones en redes sociales, donde varios usuarios señalaron que el respaldo de Trump podría más bien perjudicar las posibilidades del prelado.
Se trata de Timothy Dolan, de 75 años, una figura prominente dentro de la Iglesia Católica estadounidense. Conocido por su capacidad de comunicación y su mezcla de posturas conservadoras —como su firme oposición al aborto y al matrimonio homosexual— con gestos progresistas, como su defensa de los inmigrantes, Dolan fue considerado "papable" en el cónclave de 2013. Aquel año recibió dos votos, aunque él mismo bromeó que quienes lo propusieron "habían fumado marihuana".
Las probabilidades de que un cardenal estadounidense sea elegido Papa son bajas, debido a la percepción de que ello concentraría demasiado poder en una superpotencia donde el catolicismo no es mayoritario. Aun así, Estados Unidos cuenta con 10 cardenales electores en el próximo cónclave, que iniciará el 7 de mayo, siendo la segunda delegación más numerosa después de Italia.
Además de Dolan, destacan figuras como Raymond Burke, Wilton Gregory, y Robert Prevost. La delegación estadounidense se divide entre conservadores, progresistas y moderados, lo que podría limitar su capacidad de votar en bloque. Aun así, su peso fue decisivo en 2013 y podría volver a serlo en la elección del próximo líder de la Iglesia Católica.
