La alpinista rusa Natalia Nagovitsyna quedó atrapada a más de 7 000 metros de altitud en el Pico Pobeda (Tian Shan, Kirguistán). Lo anterior, desde el 12 de agosto de 2025, luego de fracturarse una pierna durante el descenso.
A sus 47 años, se encontraba a solo una cima de convertirse en "Leopardo de las Nieves", título otorgado a quienes conquistan las cinco montañas más altas de la antigua URSS. El entorno donde yace Natalia es implacablemente hostil: temperaturas de hasta -30 °C, tormentas repentinas, falta de oxígeno y terreno técnico plagado de grietas, aludes y aristas traicioneras.
Las autoridades de Kirguistán dieron por concluido el operativo de rescate tras reiterados intentos fallidos mediante helicópteros militares que no pudieron superar los 4 600 metros, e incluso uno sufrió un accidente sin víctimas fatales. En tierra, voluntarios y guías de montaña iniciaron expediciones con al menos 20 rescatistas, pero el terreno y el clima lo hicieron inviable.
Solo se logró confirmar su ubicación mediante drones que registraron imágenes de su tienda, en las que aún parecía con vida. La tragedia se agudizó cuando, en uno de los escasos acercamientos, el alpinista italiano Luca Sinigaglia perdió la vida debido a una tormenta y un edema cerebral mientras descendía.
Natalia Nagovitsyna y su agonia
Otros dos compañeros, Roman y Gunter, lograron volver al campamento base con vida, aunque en estado crítico. Su hijo de 27 años difundió mensajes desesperados en redes sociales acompañado del metraje del dron: "Mi madre está viva", imploraba, aferrándose a la esperanza de continuar el rescate.
El 27 de agosto de 2025, las autoridades kirguisas, tras sobrevolar el terreno con drones térmicos, informaron no haber detectado señales de vida.
Natalia fue oficialmente dada por fallecida, y la operación de recuperación de su cuerpo fue suspendida hasta la primavera.



