Una tradición que tiene varios años entre pobladores del municipio de Momostenango, en Totonicapán es el pan de Semana Santa.
La costumbre es que este alimento se comparta en familia durante los días Jueves Santo y Viernes Santo.
En una visita hecha a una panadería de la localidad, se pudo observar afluencia de personas. Al lugar se hacen presentes familias de municipios y departamentos aledaños para compartir la tradición.
Elaboración
Miguel Ambrocio, uno de los vendedores del pan de Semana Santa señala que es un pan cien por ciento artesanal.
“Es un pan criollo en el que se utilizan ingredientes naturales. Un pan que por necesidad se cocina en un horno de leña”, asegura.
Para su cocimiento, la masa va puesta directamente sobre el piso del horno. Esto se hace con la finalidad de conseguir una consistencia firme. Se debe tomar en cuenta que al servirlo, se le coloca jarabe.
Lo que se busca es que las personas puedan consumir un pan agradable a la vista y también jugoso.
El entrevistado señala que parte de la tradición es consumir este pan con los seres queridos.
“Las familias se lo llevan de casa en casa a los abuelos, tios, suegros y primos. Principalmente a las personas que no pueden o no tienen beneficio económico”, señala.
¿Cómo se sirve?
Ambrosio dice que el pan se sirve tradicionalmente con un jarabe hecho a base de panela y atol blanco.
“Es un atol blanco de masa, no el simple, común o popular. Es una fusión de semillas como cacao y pepita de zapote. Los materiales se procesan en una piedra de moler”, relata.
En cuanto al jarabe, es una mezcla de varios ingredientes. Entre ellos: panela blanca, panela negra, hojas de lima, canela y anís.
Todo se pone a hervir y cuando ya está en su punto se extrae del fuego y se deja a temperatura ambiente. Posteriormente es vertido sobre el pan que va a consumirse.
*Con información de Alberto Chaclán.
https://emisorasunidas.com2019/04/17/verificaran-consumo-de-bebidas-alcoholicas/
