Las fuerzas de seguridad interceptaron el sábado a un grupo de más de 100 migrantes de nacionalidades de Camerún, Ghana, Angola, El Congo y Haití.
Desde ese día fueron trasladados al albergue de Migración ubicado en la zona 5 de la ciudad en donde se les bridó atención.
Protesta
Algunos migrantes mencionaron que los días pasan y no les han dado una respuesta sobre qué van a hacer con ellos.
Debido a la falta de respuestas y que los obligaron a subirse a un bus para devolverlos hacia Honduras, país de donde provenían.
Ante estos actos por parte de las autoridades guatemaltecas decidieron hacer una protesta que terminó con el cierre del albergue de Migración donde quedaron unas 50 personas entre mujeres embarazadas y niños.
Esto provocó que otros migrantes se enfrentaran con las fuerzas de seguridad, algunos agentes tuvieron que utilizar gas pimienta.
Madres y sus hijos resultaron afectados con este gas irritante, por lo que pedían que fueran auxiliadas.
Propuesta
Otros migrantes entrevistados indicaron que piden que se les deje continuar su camino que es hacia la frontera con México, ya que buscan un mejor futuro para sus familias.
Ellos fueron interceptados después de haber cruzado la frontera con Honduras, cuyo país es a donde las autoridades guatemaltecas deben de regresar, ya que los protocolos establecen que ellos no pueden ser deportados a su país de origen.
Policías asignados
Luego del conflicto registrado este lunes en la tarde se asignó a un grupo de 100 agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) para el resguardo del refugio migratorio.
Por aparte, otro grupo de agentes policíacos de las Fuerzas Especiales quedaron cerca del establecimiento.
Protección
Delegados de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH) llegaron al lugar para observar a las personas migrantes y establecer que las autoridades “garanticen sus derechos humanos”, según indicó la entidad.
Con información de Oscar Canel
