Crea una rutina de sueño diaria.
Es muy importante que acostumbres a tu cuerpo a dormir y levantarse siempre a la misma hora, ya sea los días de cada día, fin de semana o festivos. Durmiendo siempre a la misma hora ayudamos a reforzar nuestro ciclo del sueño. Sin embargo, si decides ir a la cama y pero después de 15 minutos no puedes dormir, levántate y vuelve cuando estés cansado. Si sigues en la cama dando vueltas angustiado, lo más seguro es que no consigas dormirte hasta muy tarde.
cuida tu alimentación.
La alimentación es una factor importante para dormir bien aunque no seamos tan conscientes de ello. Es aconsejable que no vayamos a la cama con el estómago muy lleno, pero tampoco hambrientos. Hay que tener cuidado también con la cafeína, la nicotina y el alcohol, ya que pueden trastornar el ciclo del sueño. En casi del alcohol, aunque al principio aporta sueño, puede causar pérdida de la calidad del sueño provocando que despiertes a mitad de la noche.
3. Diseña un ritual antes de irte a dormir.
Es muy recomendable crear una rutina antes de dormir. Hacer siempre las mismas cosas para indicar a tu cuerpo que ha llegado la hora de acostarse. Un ejemplo seria tomar un baño o ducha, leer un libro o escuchar música relajante. Por otra parte, hay que vigilar con los aparatos electrónicos, tales como el móvil, tablets o TV. Está demostrado que la luz que reflejan estos dispositivos en nuestros ojos hace que nuestro sueño se altere.
4. Ponte cómodo.
La comodidad es uno de los factores más importantes para la calidad de nuestro descanso. Tener un buen colchón, una almohada cómoda o una habitación silenciosa y oscura, contribuyen mucho a favorecer nuestro sueño. Crea un agradable ambiente para dormir plácidamente, sin nada que te moleste o pueda despertarte. Si compartes cama, asegúrate que los dos tenéis suficiente espacio para dormir a vuestras anchas.
5. Limita las siestas.
Es evidente que si abusas de las siestas durante el día, esto puede provocar que por la noche no puedas dormir. De modo que lo mejor que puedes hacer es intentar no dormir más de 10 o 15 minutos, y a ser posible, a media tarde. Evita dormir mucho y muy tarde porque trastornará tu ciclo natural del sueño.
6. Haz ejercicio regularmente.
Una actividad física regalar puede ayudar mucho a dormir bien por las noches ya que cuando estamos cansados dormimos profundamente. Pero es importante que elijas bien la hora para hacer ejercicio. Si eres de los que hacen ejercicio por la noche puede ser que tu cuerpo se reactive y tengas problemas para dormir después, así que te recomendamos que hagas ejercicio por la mañana o bastante antes de ir a dormir.
7. Controla el estrés.
Sentir estrés o preocupación por algo puede ser una causa importante por la que no acabamos de dormir muy bien. De modo que si es el caso, es mejor intentar controlar estos pensamientos negativos y no darle vueltas cuando intentamos dormir. Intenta apartar estos pensamientos o agobio en la medida de lo posible.