“El Congreso debe aprobar el acuerdo, sin todas las tonterías, hoy“, escribió el presidente republicano, en referencia aparente a ciertas demandas de la oposición demócrata.
“Mientras más tiempo tome, más difícil será reactivar la economía. Nuestros trabajadores sufrirán“, advirtió.
Dos legisladores de EEUU estuvieron expuestos al coronavirus antes de reunirse con Trump.
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Negociaciones de los senadores
Desde el viernes, los senadores republicanos y demócratas y la Casa Blanca entablan intensas negociaciones. Para alcanzar un acuerdo sobre un gigantesco plan de reactivación que podría distribuir cerca de dos billones de dólares en distintos sectores. En momentos que se estima que la primera economía mundial ya entró en recesión.
Una votación estaba inicialmente prevista para el lunes, pero la sesión fue suspendida hasta el martes a las 10:00 hora local. No se ha fijado una nueva votación aún.
Los demócratas habían bloqueado el domingo y luego el lunes el plan de medidas republicanas. Pero el jefe de la fracción minoritaria en el Senado, Chuck Schumer, se mostró optimista y dijo que un acuerdo estaba “muy cerca“.
Los opositores, que recuerdan los excesos de los beneficiarios del plan de rescate durante la crisis de 2008, reclaman especialmente al gobierno de Trump una supervisión intensificada de los préstamos acordados a las grandes empresas, que en su opinión parecen regalos a sus dirigentes.
Trump dice que el riesgo de coronavirus para EEUU es “muy bajo”.
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Recursos para hospitales
También buscan desbloquear más recursos para los hospitales estadounidenses, en riesgo de verse rebasados por la pandemia de coronavirus.
El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, había afirmado el lunes que las medidas beneficiarían a los trabajadores. Sin embargo evocó “una disposición especial” para el transporte aéreo, un sector fuertemente golpeado por la pandemia.
Si es aprobado por el Senado, el plan deberá pasar por la revisión de la Cámara de Representantes, controlada por los demócratas, antes de poder ser promulgado por el presidente.
Hasta este martes, había en Estados Unidos unos 46.000 casos de infectados por coronavirus, incluyendo 600 muertos -un balance que evoluciona muy rápidamente-, según la universidad Johns Hopkins.