Una familia en Sincelejo, Colombia, afronta otra tragedia ocasionada por cuenta de la pandemia: la entrega del cadáver de otra persona que no era su ser querido.
Se trata de los Sarria Álvarez, quienes en el último mes han afrontado la dura partida de tres familiares, la más reciente su mamá, Georgina Álvarez, cuyo deceso se produjo la madrugada del martes y en la tarde cuando se aprestaban a darle cristiana sepultura se percataron de que quien estaba en el ataúd no era su madre.
Doralyna, una de sus hijas y con quien ella vivía en Sincelejo asegura que quiso ver a su mamá por última vez confiada en que ella no tenía coronavirus. Su hermano Carlos, que la acompañaba se oponía a que ella abriera el ataúd, pero al final accedió.
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“Entre los dos abrimos el cadáver y con lo que nos encontramos de primea mano es con que estaba bocabajo, ni siquiera por dignidad lo colocaron bien. Entonces procedimos a voltearlo y cuando ella rompe la bolsa nos encontramos con el cadáver de un señor que estaba con los elementos de intubación”, comentó.
Investigarán lo sucedido
Fue el momento más duro para los hermanos, los sentimientos de dolor, impotencia y desesperación se apoderaron de ellos, pero armados de valor salieron rumbo a la Clínica donde después de varias horas de búsqueda en la morgue de esta, donde había más cadáveres, encontraron el de su señora madre quien por fin tuvo su cristiana sepultura.
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El gobernador de ese departamento colombiano, Héctor Espinosa Oliver, catalogó de aberrante este hecho, asegura que es inaceptable que esto esté ocurriendo en las clínicas de la ciudad, por lo que instó a la Secretaría de Salud Departamental a que inicie las investigaciones e imponga las sanciones que ameriten.
“Esta es una noticia que me ha indignado mucho”, anota el gobernante.