Cataluña ordenó este domingo el confinamiento de 200 mil personas por un rebrote de coronavirus (COVID-19), en la que representa la primera medida de ese tipo desde que las autoridades españolas levantaron las restricciones, a finales de junio.
La zona está situada alrededor de la ciudad de Lérida, en el interior, a un centenar de kilómetros de las turísticas playas de la costa catalana.
“La población deberá permanecer en su domicilio“, anunció la responsable regional de Salud, Alba Verges, en una conferencia de prensa.
La región afectada ya había sido aislada del resto de Cataluña hace una semana, cuando los hospitales estaban casi saturados.
Como ya pasó durante el confinamiento impuesto a mediados de marzo, las personas que vivan en la región solo podrán salir de casa para trabajar, ir al médico o comprar comida.
También quedan prohibidas las reuniones de más de diez personas.
Tras una caída drástica del número de casos y de fallecimientos en España, uno de los países de Europa más afectados por la pandemia con más de 28 mil muertos, ahora hay varias decenas de brotes activos, y la zona de Lérida es una de las que más preocupan.
Según las autoridades, el foco de contagio está relacionado con los trabajadores agrícolas temporales que laboran en la recolección de fruta.
Mascarilla obligatoria
Vergés explicó que el aislamiento de la zona decretado el pasado fin de semana permitió “hacer bajar la tasa de contagio“, es decir, el número de personas que contamina de media una persona que tiene el virus.
Sin embargo, el número de nuevos casos siguió aumentando y los casos positivos ya representan el 35 % del número de test que se llevan a cabo, “muy por encima del resto de Cataluña“, donde oscilan entre el 5 y el 9 %, subrayó la funcionaria.
En las afueras de Barcelona, la ciudad de Hospitalet de Llobregat también registró un aumento del número de casos, que pasaron de 31 a 107 en una semana.
Asimismo, existen otros focos en la región de Galicia, donde 70 mil personas no pueden salir de una zona aislada, al igual que en la ciudad de Ordizia, en el País Vasco.
En estas dos regiones se celebraban este domingo elecciones regionales, las primeras desde que empezó la pandemia, con medidas de higiene y seguridad reforzadas.
En este contexto de rebrote de la epidemia, varias regiones decidieron reforzar la obligación de llevar mascarilla.
En toda España ya es obligatorio llevarla en los espacios públicos cerrados, o en la vía pública en caso de que no se pueda mantener una distancia de seguridad de un metro y medio con las demás personas.
Cataluña, sin embargo, impuso el uso obligatorio de mascarilla todo el tiempo, incluso cuando es posible respetar esa distancia de seguridad, y cuando se hace deporte.
*Con información de AFP