La petición de los guatemaltecos para que los diputados y funcionarios renuncien se mantiene. Muestra de ello es que por tres sábados consecutivos la plaza de la Constitución ha sido escenario de manifestaciones.
Este 5 de diciembre los pronunciamientos no solo se enfocan en ello, sino también en que se dé una asamblea nacional constituyente y plurinacional, en busca de una vida digna para todos.
Las expresiones de descontento de la ciudadanía han ido acompañadas de creatividad en las múltiples jornadas de protestas que ha vivido el país.
La semana pasada incluso se puso una olla con frijoles en el parque central para desacreditar las palabras del diputado Barrios, que hizo referencia a los “comelones de frijoles”.
Hoy la plaza se llenó de música y color con banderas de Guatemala y pancartas con fuertes mensajes contra las autoridades.
#5D Vista aérea de la Plaza Central en estos momentos. Video: @EBercian_PN pic.twitter.com/NCZ8zvGOcb
— Emisoras Unidas (@EmisorasUnidas) December 5, 2020
Los “diablos”
El ingenio de los manifestantes para pronunciarse llegó este sábado incluso a que se colocaran piñatas con diseño de diablo, tomando en cuenta que se acerca la fecha de “la quema” de este personaje.
Pero estas tenían una peculiaridad, cada una estaba identificada con el rostro y nombre de algún integrante del Congreso o del Ejecutivo.
Los manifestantes las colgaron con lazos y las golpearon hasta destruirlas. Asimismo, les prendieron fuego.
Entre quienes fueron representados con estas figuras están los diputados Felipe Alejos y Allan Rodríguez. También, el excandidato presidencial, Roberto Alejos.
De igual forma, el ministro de Gobernación, Gendri Reyes; el presidente de la república, Alejandro Giammattei; y el jefe del Centro de Gobierno, Miguel Martínez;
Incluso figuraron el alcalde de Mixco, Neto Bran; y la jefa del Ministerio Público, Consuelo Porras.
Guatemala ha vivido en las últimas casi tres semanas una serie de manifestaciones, que arrancaron con la aprobación del Presupuesto 2021, que la ciudadanía calificó como negativo por no priorizar sectores como educación, salud y atención a la desnutrición.