Una mujer 82 años demostró que nunca es tarde para cumplir los sueños, pues sesenta años después de unirse a un programa privado, con la esperanza de convertirse algún día en astronauta, finalmente hizo realidad su sueño.
El multimillonario Jeff Bezos eligió a Wally Funk para acompañarlo en el primer vuelo tripulado de su compañía espacial, Blue Origin.
La mujer de pelo plateado y energía inagotable se convirtió en la persona de mayor edad en viajar al espacio.
“Me gusta hacer cosas que nadie ha hecho nunca”, comentó Funk en un video publicado hace unos días en Instagram por Bezos.
La expiloto creció en Taos, una pequeña ciudad del oeste estadunidense, en Nuevo México. Cuando era niña, le apasionaba la aviación y tomó su primera lección de vuelo a los nueve años.
En la escuela secundaria, se le prohibió tomar mecánica, una asignatura reservada a los varones.
Pero esto no le impidió obtener una licencia de piloto y graduarse de la Universidad Estatal de Oklahoma, conocida por su programa de aviación. Hoy lleva registradas 19 mil 600 horas de vuelo.
Los sueños de Wally Funk
La mujer se postuló para convertirse en astronauta en la NASA en cuatro ocasiones. Fue rechazada todas las veces.
Una de las razones que adujeron fue que no tenía un título en ingeniería y no había completado el programa de vuelo en un avión de combate militar, algo imposible para una mujer en ese momento.
Pero a Funk nunca le faltaron ambiciones: se convirtió en la primera mujer inspectora de la agencia de aviación estadunidense, la FAA, y luego fue la primera investigadora de la agencia estadunidense a cargo de desastres aeronáuticos (NTSB).
Manejó más de 450 accidentes antes de su jubilación en 1984 y enseñó a volar a unas 3 mil personas.
Ahora vive en Texas. Y nunca abandonó su sueño de dejar atrás la gravedad y volar entre las estrellas. En 1999, cuando se le preguntó sobre su mayor logro, respondió:
“Si puedo llegar al espacio, será eso”, dijo y lo logró.