La paradeportista Ericka Esteban padece de parálisis cerebral, mientras que Isaac Leiva, de discapacidad visual, sin embargo, estas condiciones no han podido detenerlos y cumplirán el sueño de representar a Guatemala en los Juegos Paralímpicos Tokyo 2020, que se inauguran este martes y finalizan el 5 de septiembre.
Ericka, originaria de Quetzaltenango, comenzó a dar pasos agigantados a partir de 2017, cuando su ahora entrenador, Marvin Tumax, descubrió su talento. En 2018 brilló al ganar dos medallas de oro en los Juegos Deportivos Escolares Centroamericanos del Codicader Discapacidad, se coronó en las pruebas de 100 y 400 metros.
En cinco años ha obtenido grandes resultados en eventos nacionales e internacionales. En los Parapanericanos de Lima 2019 ocupó la séptima posición en los 100 y la quinta en los 400.
Ericka Esteban, una guerrera
Al nacer, Ericka fue diagnosticada con hemiplejia, que consiste en la parálisis de la mitad del cuerpo, lo que incidió en el retrasó de su desarrollo motriz. Caminó hasta los 10 años y posteriormente padeció de epilepsia lo que limitó su formación y desarrollo integral.
Sin embargo, Ericka no se limitó ni dejó de soñar encontrando en el deporte su mejor motivación para salir adelante. Comenzó a estudiar a los 15 años de edad y actualmente cursa el quinto grado de primaria en la Escuela de Educación Especial Xelajú, siendo una estudiante destacada.
Hoy, a sus 20 años, hará realidad sus sueños de competir en una pista en Juegos Paralímpicos. Ericka debutará en los 400 m, clase T38, el 4 de septiembre.
Isaac Leiva sufrió gran depresión
Por su lado, a sus 42 años y tras una carrera deportiva de 12 años, el barriporteño Isaac Leiva vivirá la emoción de sus segundos Juegos Paralímpicos, luego de su participación en Londres 2012.
Isaac perdió la vista por completo en 1998 por una enfermedad mal tratada.
Tenía 21 años y soñaba con convertirse en un atleta de alto rendimiento en levantamiento de pesas cuando sufrió ceguera total, un golpe muy duro para el paraatleta que se hundió en una gran depresión, atentando contra su propia vida en tres ocasiones. Sin embargo, pudo levantarse y encontró en el deporte adaptado una nueva vida, comenzó a soñar de nuevo y hoy es uno de los paraatletas más admirados en Guatemala, padre de familia y su historia de superación ha inspirado a miles de personas.
“Estaba por cerrar la carrera de bachillerato en dibujo técnico cuando sufrí un accidente en la reparación marítima. Me dejaron un medicamento que me afectó y me provocó despigmentación en la retina. A los dos años el diagnóstico fue retinitis pigmentosa bilateral oblicua profunda, que me dejó completamente ciego”, ha contado en varias ocasiones.
Sin embargo confiesa que haberse acercado a Dios “me dio la paz interior que necesitaba para aceptar mi discapacidad”, recuerda. Leiva debutará el 30 de agosto en impulso de bala clase F11.
*Con información de Digef, CDAG y Prociegos y Sordos de Guatemala