Un excomisionado militar guatemalteco fue condenado a 45 años de prisión por la desaparición forzada de tres personas en 1983, una de las épocas más cruentas de la guerra civil (1960-1996).
“Por unanimidad [se] resuelve que el acusado José Manuel Castañeda Aparicio es responsable en calidad de autor del delito de desaparición forzada”, dijo durante la lectura de la sentencia la jueza Sara Yoc, presidenta del Tribunal de Mayor Riesgo, una sala a cargo de casos que revisten peligro.
El tribunal le impuso 45 años y cuatro meses de cárcel inconmutables.
Durante la guerra civil, el Ejército de Guatemala sustituyó a autoridades civiles por delegados militares, principalmente en jurisdicciones rurales.
Víctimas del excomisionado militar
Castañeda fue encontrado culpable de la desaparición de Jacobo López Ac, Francisco Guerrero López y Rodolfo López Quej, quienes entre la noche del 25 y la madrugada del 26 de enero de 1983 fueron secuestrados de sus viviendas en la aldea Tampo, en el municipio indígena de Tactic, norte de Guatemala.
De los tres, solo el cuerpo de López Ac fue hallado tras la exhumación en 2012 de las osamentas de más de medio millar de personas en un antiguo cuartel del Ejército en la ciudad de Cobán, cercana a Tactic.
En el lugar ahora funciona el Comando Regional de Entrenamiento de Operaciones de Paz de Naciones Unidas (Creompaz).
“Es satisfactorio que luego de 39 años se alcance la justicia. Han sido casi cuatro décadas de exigencia de que termine la impunidad”, expresó en un comunicado el humanitario Grupo de Apoyo Mutuo (GAM), que acompañó a los familiares de las víctimas.
Casi 40 años más tarde y tras dos juicios, la desaparición forzada de Jacobo López Ac, Rodolfo López Quej y Francisco Guerrero López han quedado comprobadas.#MemoriaVerdadYJusticia pic.twitter.com/gJjJMSE41W
— Grupo de Apoyo Mutuo (@apoyomutuo) February 24, 2022
El conflicto armado interno en Guatemala, que enfrentó al gobierno con facciones guerrilleras, dejó más de 200 mil muertos y desaparecidos, según un informe de la ONU presentado en 1999. La mayoría de las atrocidades fueron atribuidas a las fuerzas estatales de seguridad.
Una de las épocas más sangrientas fue la dictadura del general Efraín Ríos Montt (1982-1983), quien murió en 2018 a los 91 años mientras se repetía un juicio en su contra por el genocidio de indígenas ixiles durante su régimen.
* Con información de la agencia de noticias AFP.