Gaby Spanic está próxima a estrenar un libro autobiográfico nombrado “La saga de la verdadera Usurpadora”, donde ahondara sobre el presunto caso de envenenamiento que sufrió en el 2010.
La famosa venezolana ha logrado posicionarse como una de las actrices con mayor revuelo en México.
A través de la promoción de su libro, Gaby Spanic detalló que fue afectada por un supuesto envenenamiento gradual por parte de su entonces asistente. Además, detalló su experiencia de cuando vio el rostro de Dios cuando estaba cerca de la muerte.
En una entrevista para el programa Hoy, la actriz narró la ocasión cuando se dio cuenta de que Dios existía justo cuando padecía graves problemas de salud derivados al supuesto envenenamiento a manos de su exasistente argentina, María Celeste Fernández.
“Cuando yo me di cuenta de que Dios existía, es cuando sobrevivimos después de un envenenamiento, que mucha gente del medio se burlaba y se reía. Me puse a orar y de repente veo entre alfa, beta y gama, en ese estado del sueño, veo en la pared el rostro de Jesús que me sonreía y me decía ‘todo está bien, no va a pasar nada’”, comentó la famosa.
La intérprete que dio vida a Paola Bracho en La Usurpadora, enfatizó que esta experiencia marcó su vida. “Fue tan bonito, yo sí lo cuento con mucho orgullo porque hay gente que no tiene fe en Dios y no ha vivido esas experiencias”, comentó.
“Cuando nos envenenaron y yo veía a mi hijo chiquitico, de dos años, envenenado también y yo inflada como un globo y tenía que irme a trabajar”, comentó.
En 2010, Spanic contrató a María Celeste para que la auxiliara con las labores del hogar. Cuatro meses después, presuntamente ella y su hijo comenzaron a sentirse mal, por lo que investigó y supuestamente descubrió que tenían altas dosis de sulfuro de amonio en el organismo.
La exasistente de Spanic pasó dos años en la cárcel y fue liberada por falta de evidencias. Desde el momento en el que fue acusada, Fernández, de 24 años, negó haber colocado sulfuro de amonio en los alimentos de Gaby y su hijo, Gabriel de Jesús.
“Yo siempre he pensado que esta señora está loca”, “Pobre la mujer en cárcel dos años y sin pruebas”, “Ella debe estar en drogas y le dio algo a su hijo, hasta viendo a Dios”, son algunas reacciones de los cibernautas que van en contra de los comentarios de Spanic.
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