Un mundo en crisis entra en un nuevo año. Apenas dejando atrás la pandemia, aunque convulsionando por nuevas olas de contagios, y sacudido por el flagelo de la guerra y por sus efectos, sobre todo los económicos, el planeta encara el 2023 con mucha incertidumbre. Y en medio de este panorama sombrío, vuelve a sobrevolar un nombre que para muchos empieza a resultar familiar: el de Michel de Nôtre-Dame, mejor conocido como Nostradamus.
Las profecías del célebre astrólogo francés, fallecido hace más de 450 años, siempre dan de qué hablar, pero con cada año que pasa estas parecen cobrar más y más relevancia, especialmente por el actual contexto de tensión mundial. Y si ya Nostradamus había vaticinado que el 2022 sería un año bastante sombrío, aparentemente no podríamos esperar nada mucho mejor para 2023.
“Fuego celestial” y Nuevo Orden Mundial
En una de sus obras, Nostradamus habla sobre “fuego celestial en el edificio real”. Esta profecía tiene varias interpretaciones, aunque la mayoría recogen que se referiría un cambio radical. Desde la interpretación bíblica del “fin del mundo”, hasta el establecimiento de un Nuevo Orden Mundial a partir de los escombros de una era que dejará de ser aquello que ya conocíamos. No obstante, apunta a que dicha alianza entre grandes poderes no durará mucho.
“Luz que cae” sobre Marte
La segunda profecía tiene que ver con el espacio, específicamente con Marte. El astrólogo francés hizo en este caso referencias crípticas a una “luz que cae” sobre ese planeta, lo que para los especialistas podría estar relacionado con las intenciones de la humanidad de colonizar Marte. El propio Elon Musk, dueño de SpaceX, ha dicho que los humanos podrían aterrizar en el Planeta Rojo en 2029.
“La Gran Guerra” y bomba nuclear
“Siete meses de la Gran Guerra, gente muerta de maldad”, habría dicho Nostradamus, lo que haría referencia al actual conflicto entre Rusia y Ucrania. Pero habría algo más: “Durante cuarenta años no aparecerá el arco iris. Durante cuarenta años se verá todos los días. La tierra seca se volverá más seca, Y se verán grandes inundaciones”. Para muchos, esto se referiría a la explosión de una bomba nuclear, lo que produciría cambios climáticos y una gran despoblación en países europeos. “Ruan, Évreux, no caerán ante el Rey”, añade, aludiendo a dos ciudades francesas.
El papa Francisco renunciará
“En la persecución final de la santa Iglesia romana, estará Pedro el Romano, quien alimentará a su rebaño en medio de muchas tribulaciones. Después, la ciudad de las siete colinas será destruida y el terrible juez juzgará al pueblo… El fin”. Una profecía parecida a la que se le ha atribuido a Nostradamus en los últimos años, relacionada con la desaparición del actual Papa, Francisco. Sin embargo, este vaticinio parece cobrar enteros esta vez, ante el deteriorado estado de salud del pontífice argentino, de 86 años de edad, aquejado por molestias en la rodilla que lo han obligado a dejar de atender asuntos oficiales. La profecía también apunta a que la dimisión del jefe de la Iglesia católica desencadenaría una guerra religiosa.
Desastre económico, hambrunas y migración
Tras la pandemia de Covid-19 y en medio del conflicto en Ucrania, el mundo está experimentando una crisis económica que se acelera cada día y que parece inevitablemente encaminada a una recesión. Al respecto, a Nostradamus se le atribuyen las siguientes palabras: “Tan alto subirá el celemín de trigo, que el hombre se comerá a su prójimo”. Se cree, además, que varios países podrían atravesar hambrunas debido a esta situación, derivando asimismo en una intensificación de la crisis migratoria, aunque aquí también se habla de que de esto tendrían parte nuevos atentados terroristas en el mundo.
“Tarde o temprano verás grandes cambios, terribles horrores y venganzas”, predijo. “La trompeta tiembla con gran discordia. Un pacto roto: levantando el rostro al cielo: la boca ensangrentada nadará en sangre; el rostro ungido con leche y miel yace en tierra”, añadió, en algo que se atribuye a posibles disturbios a consecuencia del deterioro económico.
