El papa Francisco llegó este martes a Kinshasa, capital de la República Democrática del Congo (RDC), para una visita de cuatro días, en la primera etapa de su gira por África, que lo llevará también a Sudán del Sur.
El avión del pontífice, que había despegado de Roma, aterrizó en el aeropuerto internacional de Kinshasa. A media mañana, frente al aeropuerto, se formó una multitud ansiosa por ver a Francisco en el papamóvil, que lo llevaría hasta el centro de la ciudad, a unos 25 kilómetros.
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— Vatican News (@vaticannews_es) January 31, 2023
Inicialmente prevista para julio de 2022, la visita tuvo que ser aplazada por el dolor de rodilla que padece el papa Francisco, de 86 años, quien se desplaza en silla de ruedas, así como por los problemas de seguridad en Goma, en el noreste del país, etapa que fue cancelada. “Estamos esperando desde hace un año, es un hermoso viaje, me habría gustado ir a Goma pero, a causa de la guerra, no puedo”, declaró el Papa a los periodistas que le acompañaban en el avión.
Denuncia el “colonialismo económico” en África
Poco después de llegar al Congo, y ante las autoridades y el cuerpo diplomático, el papa Francisco denunció el martes el “colonialismo económico” que saquea los recursos de África. El pontífice desea para su 40º viaje internacional llevar un mensaje de paz y reconciliación a este país azotado por la violencia y la miseria.
“No toquen la República Democrática del Congo, no toquen el África. Dejen de asfixiarla, porque África no es una mina que explotar ni una tierra que saquear. Que África sea protagonista de su propio destino”, proclamó Francisco ante las autoridades y el cuerpo diplomatico del país.
En un discurso en el palacio presidencial en Kinshasa, el papa Francisco afirmó que la historia del país se ha visto torpedeada por conflictos pero también por el dominio de intereses extranjeros. “Tras el colonialismo político, se ha desatado un ‘colonialismo económico’ igualmente esclavizador. Así, este país, abundantemente depredado, no es capaz de beneficiarse suficientemente de sus inmensos recursos”, dijo el pontífice, de 86 años.
“El veneno de la avaricia ha ensangrentado sus diamantes. Es un drama ante el cual el mundo económicamente más avanzado suele cerrar los ojos, los oídos y la boca. Sin embargo, este país y este continente merecen ser respetados y escuchados”, agregó, siendo aplaudido por los presentes.
*Con información de AFP