José Mourinho mantuvo el suspense sobre su continuidad como técnico de la Roma la próxima temporada tras perder en los penales la final de la Europa League frente al Sevilla, criticando de paso la labor del árbitro inglés Anthony Taylor.
El portugués sí dejó entrever que no está a gusto del todo en la entidad romana. "Estoy un poco cansado de ser entrenador, de tener que ser el portavoz del club, de ser algo más", señaló. Añadió: "Ha llegado el momento de hablar con la propiedad".
Mourinho, que felicitó al Sevilla por su título en un partido "durísimo, muy competido y tenso", destacó que el equipo español "tiene más talento y soluciones". Pero también lamentó la actuación del árbitro.
Habla del arbitraje
"Tener un arbitraje así en una final europea es muy duro. No hubo una, ni dos, ni tres decisiones" desfavorables para él a su equipo. Además, citó como ejemplo la tarjeta amarilla que vio Spinazzola por una caída en el área rival, pero no se la mostró a Ocampos por una acción similar. Asimismo, comentó que ni expulsó a Lamela por varias faltas. Y solo estoy hablando de las pequeñas decisiones", estimó.
Con la derrota en esta final, la Roma se queda sin posibilidades de jugar la Liga de Campeones el próximo curso.
Y acabó deseando "a ese gran árbitro" Anthony Taylor, que "haga grandes arbitrajes en la Champions, pero que no arbitre en la Europa League", competición para la que la Roma debe sacar billete el próximo fin de semana en la última jornada de la Serie A.
*Con información de AFP