Las autoridades de los pueblos indígenas dieron a conocer que continúan en asamblea y no descartan movilizaciones masivas si es necesario. Estas movilizaciones tienen como objetivo exigir la renuncia de la fiscal general, Consuelo Porras, el jefe de la Fiscalía Especial contra la Impunidad (FECI), Rafael Curruchiche, y el juez Freddy Orellana.
Desde el viernes 3 de noviembre, miles de guatemaltecos, en su mayoría indígenas salieron a las calles para demandar la renuncia de la fiscal general, a quien acusan de socavar la democracia debido a su presunta persecución del presidente electo, Bernardo Arévalo.
Portando banderas de Guatemala en azul y blanco, así como carteles que piden la dimisión de Porras, una multitud de manifestantes se congregó frente a la sede del Ministerio Público, la Corte de Constitucionalidad (máxima instancia judicial) y el Palacio Nacional de la Cultura.
Los manifestantes caminaron varios kilómetros desde cuatro accesos de la Ciudad de Guatemala hasta llegar a estos puntos clave, donde exigieron la salida de Consuelo Porras, Rafael Curruchiche y Freddy Orellana, quienes figuran en una lista de actores “corruptos” según los Estados Unidos.
Uno de los activistas que se dirigió a la multitud a través de un altavoz frente al MP declaró: “Les decimos a estos corruptos que ya no los queremos, su renuncia tiene que ser inminente y no daremos un paso atrás hasta lograr que se vayan”.
Movilizaciones masivas en defensa de la democracia
La manifestación tuvo lugar un día después de que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) inhabilitara al partido Semilla de Bernardo Arévalo, acatando una orden dictada por el juez Orellana en agosto debido a supuestas irregularidades en su inscripción. Otra manifestación está programada para este sábado.
La inhabilitación del partido Semilla el 28 de agosto por orden judicial provocó que Arévalo denunciara un plan de “golpe de Estado” destinado a evitar que asuma la presidencia en enero de 2024. Sin embargo, el TSE levantó temporalmente la inhabilitación el 3 de septiembre hasta la conclusión formal del proceso electoral el 31 de octubre.
La marcha pacífica fue convocada por grupos indígenas y respaldada por otras entidades de la sociedad civil y estudiantes universitarios.
Bernardo Arévalo, respaldado por Estados Unidos, la Unión Europea y diversos gobiernos y organismos internacionales, considera que los tres funcionarios judiciales atentan contra la democracia y buscan evitar su asunción a la presidencia el 14 de enero.
La cruzada contra el partido Semilla fue liderada por Curruchiche luego de que Arévalo sorprendiera en la primera vuelta electoral el 25 de junio y avanzara al balotaje del 20 de agosto, en el cual obtuvo una victoria aplastante con su promesa de combatir la corrupción, un problema crónico en el país.