Guatemala es el sexto país del mundo con peores índices de malnutrición infantil, según cifras de la Unicef, además, la situación se agrava para departamentos rurales como Huehuetenango (noroeste), donde un 87,4 % de los niños y niñas tienen algún tipo de desnutrición, y ante ello, diversos sectores se han unido para combatir esta situación.
Tal es el caso de Guatemaltecos por la Nutrición (GPN) y el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS), entidades que formalizaron por segunda ocasión “una alianza estratégica para combatir la desnutrición aguda en el departamento de Huehuetenango”, una zona en la que el 65 % de la población es indígena.
De acuerdo con la Unicef, uno de los grandes problemas de la desnutrición infantil en el país guatemalteco es la dieta baja en vitaminas que reciben los menores, también, mucha de ella se basa casi exclusivamente en el consumo de tortilla de maíz, aspecto que tiene consecuencias graves sobre la salud de las y los niños.
Para atender esta afectación de manera transversal, la colaboración entre GPN y MSPAS propone “implementar un enfoque integral que abarque tanto la atención médica y nutricional, como la identificación y tratamiento de las causas subyacentes de esta grave condición”.
“La alianza con el MSPAS es clave para abordar la desnutrición de manera integral (…) Sabemos que no basta con el tratamiento médico y nutricional, debemos también atacar las causas profundas de la desnutrición para lograr una recuperación sostenible”, explicó el director ejecutivo de Guatemaltecos por la Nutrición, José Silva.
La sostenibilidad de la recuperación
En ese sentido, el protocolo de recuperación creado por GPN busca desarrollar acciones sostenibles que pongan el foco en los determinantes biológicos, ambientales y económicos de la desnutrición aguda, que está sufriendo casi toda la población infantil del departamento.
“Para enfrentar la desnutrición aguda, es esencial unir esfuerzos: esta alianza entre GPN y MSPAS no solo brinda los recursos necesarios, sino que también fomenta un enfoque coordinado y sostenible, maximizando el impacto en la salud y el bienestar de los niños más vulnerables”, subrayó Silva.
Además, según el director, se ha demostrado que, junto a las intervenciones médico-nutricionales, este enfoque es eficaz para garantizar la sostenibilidad de la recuperación de los niños y niñas afectados.
Despliegue de la estrategia en Huehuetenango
A partir de la información compartida por ambas entidades, la estrategia beneficiará niñas y niños referidos por MSPAS con desnutrición aguda en Huehuetenango y se desarrollará en cuatro fases: intervención médico-nutricional, visitas interinstitucionales para identificar causas, implementación de acciones sostenibles y el cierre positivo de los casos.
Ante el urgente panorama, la primera fase se desarrollará el 27 de septiembre, con visitas domiciliarias a partir de octubre. Se espera que los primeros resultados estén disponibles a mediados de octubre, y, de acuerdo a cada caso, que la recuperación de los niños pueda lograrse en un plazo de tres meses.
Este trabajo se logra fortaleciendo al equipo colaborador, por lo que GPN se está apoyando con la asistencia técnica al personal médico y nutricional de las 33 brigadas del MSPAS, los cuales cuentan con recursos de movilización y transporte para todo el departamento, así como con 860 kits de recuperación nutricional, material didáctico y un sistema de información que permitirá identificar las causas de la morbilidad.
“Esta estrategia conjunta refleja nuestro compromiso de mejorar las vidas de los niños en Huehuetenango y garantizarles un futuro más saludable”, resaltó Silva.
Estos esfuerzos también buscan atender un contexto en el que Guatemala se enfrenta a problemas de los inferiores ingresos en los hogares y a la baja productividad agrícola debido al aumento en los últimos años de las sequías en la región.
* Con información de la agencia de noticias EFE.