Nicole Kidman sigue dando pasos firmes en su carrea incluso grabando escenas que la sacan de su zona de confort, tal como sucedió con “Baby Girl“.
La actriz reveló que durante el rodaje de la cinta erótica hubo momentos en los que necesitó pausar la filmación debido a la intensidad emocional de las escenas íntimas.
El proyecto explora el poder, el deseo y las dinámicas de género a través de la historia de una poderosa ejecutiva que arriesga su carrera y matrimonio al tener una aventura con un joven interno.
Ella interpreta a Romy, una CEO que entra en una relación clandestina con Samuel, un atractivo y misterioso becario interpretado por Harris Dickinson.
Antonio Banderas completa el elenco principal como el esposo de la protagonista.
En esta trama cargada de tensión sexual y emocional, por eso sintió que el rol le exigió explorar territorios desconocidos en su carrera.
“Siempre estoy buscando adónde no he ido. ¿Qué puedo explorar como ser humano? Y esta era una área a la que nunca había llegado”, comentó.
Intensidad para la actriz
Aunque Nicole Kidman tenía experiencia filmando desnudos, admite que en esta cinta se encontró con una situación más compleja, tanto física como mentalmente.
Durante una entrevista con The Sun confesó que hubo momentos en los que se sentía sobrepasada por el agotamiento y la intensidad.
“Había veces durante el rodaje en las que decía: ‘Ya no quiero más orgasmos. No te acerques a mí. ¡Odio hacer esto! ¡No me importa si nunca me vuelven a tocar en la vida!’”, dijo.
Según contó, la acumulación emocional fue tan abrumadora que llegó a sentir una especie de ‘burn out’ en las secuencias físicas.
Sin embargo, la estrella resaltó que había mucha confianza gestionada entre ella y su compañero en el set.
En un evento de preguntas y respuestas, Dickinson también mencionó que esa confianza era esencial para detenerse.
“Si no estábamos cómodos o si algo no estaba funcionando, simplemente decíamos: ‘Ok, todos váyanse por un segundo’”, comentó el joven de 28 años.