El partido entre el FC Barcelona y Osasuna, correspondiente a la jornada 27 de LaLiga, ha sido reprogramado para el jueves 27 de marzo, según la decisión del Juez Único de Competiciones Profesionales de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), José Alberto Peláez. El encuentro, originalmente programado para el 8 de marzo, fue aplazado debido al repentino fallecimiento de Carles Miñarro, médico del primer equipo azulgrana. Aunque la determinación puede ser apelada ante el Comité Nacional de Segunda Instancia en un plazo de 48 horas, por el momento, la fecha es oficial.
Tras el aplazamiento, el juez solicitó a ambos clubes y a LaLiga sus propuestas para una nueva fecha. Mientras que LaLiga sugirió jugar el 27 de marzo, Barcelona y Osasuna plantearon que el encuentro se disputara entre la penúltima y última jornada del campeonato (fechas 37 y 38). Según los clubes, esta opción minimizaría los conflictos con las convocatorias de jugadores a selecciones nacionales. No obstante, el Departamento de Competiciones de la RFEF dictaminó que la única fecha viable era el 27 de marzo, argumentando que esta decisión se ajusta a las normativas vigentes.
Barcelona y Osasuna se enfrentarán el 27 de marzo
La resolución emitida por el juez enfatiza que el partido debe jugarse en la primera fecha posible para garantizar la integridad de la competición. Argumenta que trasladarlo a la jornada 37 o 38 generaría desventajas e incertidumbre competitiva, afectando a todos los equipos involucrados en la lucha por el título, los puestos europeos y el descenso. También se señaló que retrasar el encuentro podría dar lugar a situaciones que comprometan la equidad del torneo, como el conocimiento previo de otros resultados antes de disputar el partido aplazado.
El Barcelona intentó respaldar su propuesta citando un precedente de la temporada 2016/17, cuando el encuentro entre Celta de Vigo y Real Madrid se disputó entre las últimas dos jornadas de la liga. No obstante, el juez desestimó este argumento, asegurando que cada caso debe evaluarse de manera individual. Además, aunque reconoce que la nueva fecha puede suponer dificultades para algunos jugadores internacionales de ambos equipos, sostiene que estas complicaciones son inherentes al calendario deportivo y no deben primar sobre el interés general de la competición.
En su propuesta inicial, el Barça también sugirió el 27 de abril en caso de no avanzar a la final de la Copa del Rey o el 29 o 30 de abril si tampoco alcanzaba las semifinales de la Champions League. Osasuna, por su parte, planteó el 2 de abril si los azulgranas quedaban fuera de la Copa, o el 7 u 8 de mayo si llegaban a la final del torneo pero no avanzaban en la Champions. Sin embargo, ninguna de estas opciones fue aceptada. Con la decisión tomada, Barcelona y Osasuna deberán prepararse para disputar este compromiso el 27 de marzo, en un duelo clave para sus aspiraciones en LaLiga.
