La Federación Boliviana de Fútbol (FBF) denunció este sábado que la selección absoluta permaneció retenida más de doce horas en el aeropuerto de Maturín tras caer 2-0 ante Venezuela por la decimoquinta fecha de las eliminatorias sudamericanas rumbo al Mundial 2026. Según los reportes de la prensa desplazada, el vuelo chárter que debía despegar en la medianoche del viernes quedó varado sin justificación oficial, obligando al plantel y a la dirigencia a regresar a su hotel en plena madrugada y demorando los planes de preparación para el siguiente compromiso.
El seleccionador Óscar Villegas se mostró indignado al confirmar que la situación había sido anticipada: "Sabíamos que algo así podía pasar porque a Perú le ocurrió lo mismo; por eso advertimos con una semana de antelación a nuestras autoridades", declaró. El estratega relacionó el bloqueo al hecho de que Bolivia debe recibir el martes a Chile en La Paz, insinuando una maniobra para entorpecer la recuperación física del equipo: "Necesitan que nos vaya mal con Chile y han recurrido a todos los medios", lamentó.
Bolivia alza la voz
La explicación que llegó de manera verbal al coordinador de selecciones, Carlos Pino, fue que "los vuelos internacionales están suspendidos", aunque, según reclamó, el único plan de vuelo pendiente en Maturín era el de la Verde. Sin un documento oficial que avalara la restricción, la FBF activó gestiones diplomáticas de urgencia; el vicecanciller boliviano, Elmer Catarina, contactó a su par venezolano hasta obtener la autorización que permitió el despegue cerca del mediodía del sábado.
La demora altera por completo la logística diseñada por el cuerpo técnico. La selección tenía previsto amanecer ya en La Paz para iniciar la aclimatación a los 4 100 m de altitud del estadio Hernando Siles, pero ahora apenas dispondrá de dos sesiones de entrenamiento completas antes de enfrentar a la Roja, rival directo por la zona de repechaje. "Perdemos un día valiosísimo de recuperación y de trabajo táctico", subrayó Villegas.
En lo deportivo, la derrota dejó a Bolivia octava con 14 puntos, a cuatro de la zona de repesca, mientras que la Vinotinto trepó al séptimo escalón con 18 unidades y visitará a Uruguay en la próxima jornada. Más allá de la tabla, el episodio ha tensado las relaciones entre las federaciones y reavivado el debate sobre la necesidad de protocolos de seguridad y trato equitativo para todas las selecciones en la clasificatoria. Mientras tanto, la Verde se concentra en sacar provecho de la altura de El Alto para mantener vivo el sueño mundialista y, de paso, convertir la adversidad logística en motivación extra ante Chile.