La suspensión de seis meses impuesta a Juan Sebastián Verón por la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) generó un fuerte impacto en el ámbito deportivo. El presidente de Estudiantes de La Plata fue considerado responsable del gesto de desaprobación que protagonizó el plantel durante el pasillo de homenaje a Rosario Central, equipo que había recibido un reconocimiento por su desempeño en la temporada 2025. La decisión del Tribunal de Disciplina, que lo inhabilita para participar en cualquier actividad relacionada con el fútbol, profundizó el clima de tensión ya existente entre el dirigente y la cúpula de la AFA.
Junto con la sanción a Verón, el organismo también penalizó a once jugadores del equipo platense, quienes recibieron dos fechas de suspensión por haber dado la espalda al conjunto rosarino durante la ceremonia previa al encuentro por los octavos de final del Torneo Clausura. Aunque podrán disputar el próximo partido ante Central Córdoba, deberán cumplir sus castigos al inicio del 2026. Este episodio se sumó a las críticas previas de Verón hacia el presidente de la AFA, Claudio "Chiqui" Tapia, por la determinación de considerar campeón al equipo con mayor puntaje acumulado en la temporada, criterio que favoreció a Rosario Central.
Controversia en el futbol argentino por la suspensión de la 'Brujita' Verón
La controversia ocurre en un contexto ya marcado por cuestionamientos hacia la dirigencia del fútbol argentino. Tapia ha sido blanco de críticas por decisiones institucionales y por un arbitraje que, según diversos actores del deporte, beneficiaría a clubes cercanos a su administración. La reacción de la hinchada tampoco se hizo esperar: murales con figuras emblemáticas de la selección argentina, como Lionel Messi, Emiliano "Dibu" Martínez y Ángel Di María, aparecieron con mensajes de malestar y tachaduras, reflejando un creciente descontento social.
En medio de este clima convulsionado, la sanción a Verón no solo afecta a Estudiantes, sino que también reaviva el debate sobre la transparencia y la gobernanza en el fútbol argentino. Mientras Rosario Central acumula méritos deportivos que lo posicionan en lo más alto de la Tabla Anual, las discusiones sobre legitimidad, favoritismos y manejo institucional continúan ganando terreno. Lo ocurrido promete mantenerse en la agenda pública durante los próximos meses, mientras se aguarda el inicio de las sanciones y se redefine el mapa político dentro del deporte más popular del país.
