Rob Reiner y su esposa, Michele Singer, murieron a causa de "múltiples heridas por objeto punzante", según confirmó la oficina del forense del condado de Los Ángeles.
Las autoridades encontraron a la pareja sin vida en su domicilio de Brentwood el pasado domingo, lo que desencadenó una rápida y compleja investigación policial.
Rob Reiner tenía 78 años y Michele Singer, 70. La pareja compartió más de 30 años de matrimonio y su muerte conmocionó tanto a familiares como a la comunidad de Los Ángeles.
La investigación cambió de rumbo cuando Nick Reiner, hijo de la pareja, fue detenido la noche del domingo 14 de diciembre cerca de las instalaciones de la Universidad del Sur de California (USC).
Posteriormente, la policía lo trasladó a la cárcel del condado de Los Ángeles y, al día siguiente, un juez lo acusó formalmente de dos cargos de homicidio relacionados con la muerte de sus padres.
Inicialmente, las autoridades fijaron una fianza de cuatro millones de dólares para Nick Reiner, pero luego se revocó. El fiscal del condado, Nathan Hochman, explicó que los cargos pueden implicar cadena perpetua sin opción de libertad condicional e incluso la pena de muerte.
Conflictos familiares
Nick compareció brevemente ante el tribunal el miércoles, pero no se declaró culpable ni inocente de los dos cargos de asesinato en primer grado de los que se le acusa.
Su abogado, Alan Jackson, declaró ante el tribunal que era "demasiado pronto" para que su cliente se declarara culpable o inocente y acordó posponer la lectura de cargos hasta el 7 de enero de 2026.
La hija de Rob Reiner, Romy, fue quien descubrió los cuerpos de sus padres. Ante los investigadores, la joven de 28 años advirtió que su hermano Nick "debería ser sospechoso" y lo describió como una persona "peligrosa".
Sus declaraciones constan en los informes policiales y formaron parte del expediente que culminó en el arresto de Nick Reiner.
Según información citada por medios estadounidenses, la noche anterior a la tragedia, Nick y Rob Reiner sostuvieron una discusión muy acalorada durante una fiesta navideña organizada por Conan O’Brien. Testigos señalan que la confrontación fue "grande y ruidosa", y que el comportamiento de Nick "asustaba a todos los presentes".



