El papa Francisco reanudó este miércoles la fisioterapia respiratoria con oxigenoterapia de alto flujo, tras haber sufrido dos episodios de insuficiencia respiratoria aguda el lunes, informaron fuentes del Vaticano. A pesar de que su condición se ha mantenido "estable" en las últimas horas, el reconocido médico forense José Cabrera ha generado controversia al asegurar que el Pontífice está en sus últimos días debido a un fallo multiorgánico progresivo.
De acuerdo con fuentes vaticanas, el sumo pontífice, de 88 años, continúa con su tratamiento y ha dejado de utilizar la máscara de ventilación mecánica nocturna, reemplazándola por cánulas nasales de oxigenación de alto flujo. Francisco cumple ya veinte días internado en el hospital Gemelli de Roma, luego de haber sido diagnosticado con neumonía bilateral.
José Cabrera alerta sobre deterioro irreversible del papa Francisco
En los últimos días, el doctor José Cabrera, colaborador del programa "Horizonte" del canal de televisión español Cuatro, analizó la situación clínica del papa Francisco y afirmó que su condición es crítica e irreversible. Según profesional de la medicina, quien cuenta con más de 40 años de experiencia médica, el Pontífice enfrenta un fallo multiorgánico avanzado que podría llevar a un desenlace inminente.
El especialista señaló que Francisco sufre un síndrome obstructivo crónico de insuficiencia respiratoria grave, agravado por la falta de un segmento de su pulmón, extirpado en su juventud. "Ya le operaron y le quitaron parte de un lóbulo del pulmón, por lo tanto, el pulmón que tiene, con una neumonía bilateral, no puede más", explicó Cabrera.
El experto indicó que el deterioro del Papa no se limita a sus pulmones, sino que también muestra signos de insuficiencia renal y problemas cardíacos.
Tiene los riñones en fracaso, lo que significa que orina muy mal. Esto es el inicio de un proceso progresivo de fallo multiorgánico", aseguró. Además, destacó que el sobrepeso del Pontífice complica su situación cardíaca, afectando la capacidad de su corazón para bombear sangre de manera eficiente.
Al ser consultado sobre las recientes imágenes del Papa, Cabrera observó signos visibles de deterioro, como hinchazón en los dedos y el rostro, lo que atribuyó al uso intensivo de antiinflamatorios y corticoides. "Cada vez se le ha ido hinchando más el cuello y la papada por la cantidad de medicación que recibe", sostuvo.
Pronóstico reservado
El doctor Cabrera descartó la posibilidad de una recuperación total. "Que saliese ahora como una rosa, esto no es posible", afirmó, explicando que el tratamiento actual solo prolonga su vida sin revertir el deterioro. "Se le puede mantener con vida a base de asistencia respiratoria, pero el pronóstico sigue siendo crítico", agregó.
Mientras tanto, el Vaticano insiste en que el estado del Pontífice se mantiene "estable" y que continuará con el tratamiento bajo estricta vigilancia médica. Sin embargo, la evaluación del doctor Cabrera ha generado incertidumbre y debate sobre la verdadera condición de Francisco en sus días de hospitalización.