Una devastadora avalancha de hielo, rocas y barro dejó al pueblo de Blatten en la región de Valais, en Suiza, prácticamente sepultado. El incidente, provocado por el colapso del glaciar Birch, ha dejado a 300 personas sin hogar y, hasta el momento, una persona reportada como desaparecida.
El deslizamiento, que arrasó en torno al 90 % de la zona urbana, implicó la caída de aproximadamente 3,5 millones de metros cúbicos de material.
Impacto del colapso del glaciar
Los primeros reportes indican que la avalancha descendió a gran velocidad, bloqueando el curso del río Lonza y generando nuevos peligros de inundaciones en los días siguientes.
Las imágenes difundidas en las redes sociales muestran el aterrador momento del desprendimiento del glaciar y la avalancha, para dejar un devastador paisaje con un manto gris cubriendo lo que antes eran casas, caminos y praderas.
A mediados de octubre, comenzaron a caer rocas del glaciar, un fenómeno que se intensificó con el tiempo.
Esta actividad llevó a las autoridades a evaluar rápidamente la situación, lo que resultó en una orden de evacuación para los 300 habitantes de la localidad.
Se había identificado una gran inestabilidad en el terreno, acentuada por la saturación de agua de deshielo, lo que hizo que los expertos anticiparan el desastre.
"Sabíamos que era cuestión de tiempo. La ladera estaba saturada de agua de deshielo y el glaciar actuaba como una cuña inestable entre la roca y el vacío. Fue un desastre natural, pero no una sorpresa", expresó Kamal Weiss, uno de los expertos que supervisaban el glaciar.
Estas declaraciones reflejan la preocupación por la inestabilidad que enfrentan muchas zonas montañosas a causa del cambio climático.
Consecuencias para la comunidad y el medio ambiente
El impacto económico para Blatten se prevé considerable, dado que la destrucción de la infraestructura local y el bloqueo del río Lonza presentan riesgos adicionales para los habitantes.
La posibilidad de inundaciones en los próximos días es un tema de gran preocupación para las autoridades, quienes trabajan para evaluar la situación y determinar los pasos a seguir.
El caso de Blatten resalta la creciente vulnerabilidad de las comunidades que habitan en regiones montañosas, donde los efectos del cambio climático se hacen cada vez más evidentes.
A medida que las temperaturas globales aumentan, áreas que antes se consideraban seguras están comenzando a mostrar signos de inestabilidad, lo que lleva a expertos a anticipar más desastres naturales en el futuro.
La tragedia en Blatten no es solo un recordatorio de los riesgos que enfrentan estas comunidades, sino también un llamado de atención sobre la necesidad urgente de abordar las causas del cambio climático y sus repercusiones en la estabilidad de los glaciares y el entorno montañoso en general.
*Con información de EFE y apoyo de Inteligencia Artificial



