Médico y cirujano de carrera pero político de profesión, Alejandro Giammattei es un “trotamundos” de la política en Guatemala. Lleva la tercera parte de su vida de 63 años buscando un cargo de elección popular y no ha tenido éxito. Pero su pase a la segunda vuelta presidencial le abre las puertas a lograrlo.
Su incursión en la política la comenzó como coordinador general de los procesos electorales del Tribunal Supremo Electoral (TSE) en 1985, 1988 y 1990, pero no fue sino hasta 1999 cuando se postuló como candidato a alcalde por el partido Unidad Nacionalista. Repitió en 2003 en el mismo puesto pero con otra formación: Democracia Cristiana Guatemalteca.
Pero son Gana, Casa, Fuerza y Vamos los partidos que lo han respaldado en su carrera por alcanzar la primera magistratura del país centroamericano.
Su sexta oportunidad política
Por sexta vez se postula a un cargo público: la cuarta que va en busca de la Presidencia. Nacido el 9 de marzo de 1956 en Ciudad de Guatemala, Giammattei estuvo casado con Rosana Cáceres y tuvo tres hijos.
En 1999 se lanzó al ruedo por la alcaldía metropolitana por el partido Unidad pero el ganador fue Fritz García-Gallont y en 2003 probó de nuevo, pero ganó el ayuntamiento Álvaro Arzú, el ya fallecido expresidente de Guatemala (1996-2000).
En 2007 fue su primera vez como candidato presidencial con el partido oficial Gran Alianza Nacional (GANA) y se quedó en la primera vuelta de esos comicios, que llevaron al poder a Álvaro Colom, de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE).
Para 2011 se postuló por el partido Centro de Acción Social (CASA), que ni siquiera ganó un diputado al Congreso y fue cancelado un año después. La Presidencia la conquistó el general Otto Pérez Molina, del Partido Patriota (PP).
Y en el 2015 se lanzó de nuevo por el partido FUERZA, pero igualmente tuvo un nuevo revés, ya que la primera magistratura de esos comicios fue ganada por el cómico Jimmy Morales, del Frente de Convergencia Nacional (FCN-Nación).
#EUElecciones2019
¿Quién podría ser el presidente si las elecciones fueran hoy, según la Fundación Libertad y Desarrollo?►https://t.co/Ih4p5Fz4RH pic.twitter.com/GalXFFKo2L
— Emisoras Unidas (@EmisorasUnidas) August 7, 2019
Crea su propio partido
Para estas ha dado un giro y ha optado por crear su propio partido, Vamos. Aunque repite una y otra vez que no le obstina el poder, cree que ahora le toca el turno de estar en la Presidencia de un país que le recuerda más por su paso como director del Sistema Penitenciario de Guatemala en 2006.
Giammattei ha ocupado varios cargos públicos y privados. Entre 1982-1986 fue consultor de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y después formó parte del Cuerpo de Bomberos Municipales de Guatemala y director de Transportes Públicos Urbanos de la Municipalidad.
A principios de la década de los noventa estuvo como gerente general de la Empresa Municipal de Agua. Pero fue en 2006, durante el gobierno de Oscar Berger, cuando fue nombrado director del Sistema Penitenciario de Guatemala.
El 25 de septiembre de ese año más de 3 mil policías y militares ingresaron a la prisión de Pavón, en la que los presos habían construido casas, restaurantes, salas de videojuegos y laboratorios para producir drogas.
El objetivo era recuperar y restablecer el orden de la mayor cárcel de Guatemala, pero la operación, denominada “Pavo Real”, se saldó con siete reclusos asesinados. Un caso por el que fue denunciado por el Ministerio Público y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig) en 2010.
#EUElecciones2019
Encuesta presenta intención de voto entre Torres y Giammattei
►https://t.co/bFMwbVRWDr pic.twitter.com/6P9qOoD47L— Emisoras Unidas (@EmisorasUnidas) August 7, 2019
Se refugia y pide asilo
Giammattei se refugió en la embajada de Honduras en Guatemala y pidió asilo, pero luego decidió entregarse a la justicia y se declaró “preso político”. Tras más de diez meses en prisión, quedó en libertad sin cargos.
De ganar la Presidencia, este “trotamundos” en la política asegura que creará un “muro de oportunidades”, es decir, desarrollo económico para que los ciudadanos tengan un empleo, vivienda, salud, educación y seguridad y no se vean obligados a migrar.
Partidario de la aplicación de la pena de muerte, el político plantea tratar como “terrorista” a todo aquel que cometa ataques contra servicios públicos y se propone poner a trabajar a los presos para que se ganen sus alimentos y su educación.
