Hubo una época en que para una mujer, de cualquier edad, caminar de noche por un parque en Nueva York podía ser peligroso. Eran los violentos años 70 y 80 y casi todo los 90.
Robos, violaciones y asaltos podrían ocurrir sin más complicidad y testigos que la oscuridad de la noche. Fue por eso que las potenciales víctimas comenzaron a reconsiderar sus caminatas y trayectos. La ciudad tomó cartas en el asunto y durante años los índices bajaron.
“Cuando crecía e incluso en mis 20, tú nunca venías a este parque, de día o de noche. Ni siquiera caminabas por Morningside Drive”, dice María López, de 61 años y residente de Nueva York.
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El lugar al que hace referencia queda en Harlem, donde en las últimas décadas se vio una mejora sustancial en el desarrollo urbano. “Hace diez años, se limpió un poco. Empecé a ver a mamás y papás, niñeras. Empecé a sentirme segura”.
Pero desde el miércoles a las 7:00 pm el área volvió a revivir sus peores memorias. Morningside Park volvió a ser el que supo ser tiempo atrás.
A esa hora entre uno y tres sujetos sorprendieron por la espalda a Tessa Majors, de 18 años.
Forcejearon (¿quisieron robarle?). Uno de los asaltantes sacó un cuchillo. La apuñaló. Huyeron.
Apuñalada, Tessa quedó petrificada y desangrándose en una de las escaleras del infame parque hasta que un guardia de un edificio cercano fue en su ayuda y se comunicó con el 911. Una ambulancia llegó a los pocos minutos.
Fueron eternos. El traslado de urgencia al Hospital Mount Sinai Saint Louis permitió abrir una luz de esperanza. ¿La salvarían? Los médicos hicieron sus mejores esfuerzos. La joven estudiante universitaria fue declarada muerta a los pocos minutos.
Tessa Majors no nació en Nueva York. Como miles de norteamericanos emigró de su ciudad natal -Charlottesville, Virginia- para estudiar en otro estado.
Arribó a la gran ciudad hace menos de un año con un sólo objetivo: convertirse en música. Llevaba en su sangre los dones necesarios pero quería sistematizar sus conocimientos naturales.
Fue por eso que decidió estudiar en el Bernard College, uno de los más prestigiosos de los Estados Unidos. Allí, de acuerdo a la institución el objetivo es “proporcionar la educación de artes liberales de la más alta calidad a mujeres jóvenes prometedoras y de alto rendimiento”. Tessa encajaba de maravillas en el perfil.
La presidenta de Barnard College, Sian Leah Beilock escribió en una carta enviada a todo el campus a última hora del miércoles: “Tessa recién comenzaba su viaje en Barnard y en la vida. Lamentamos este devastador asesinato de una extraordinaria joven y miembro de nuestra comunidad“.
El centro académico está situado cerca al parque donde ocurrió el crimen. Y la zona, en los últimos años, ha recobrado su mala fama.
John McEvoy, de 57 años, contó al diario The New York Times que vivió siempre allí y que temió que la violencia retornara de la peor forma, como se manifestó este miércoles.
Es tal su preocupación que le hizo cambiar de recorrido a su hijo de 16 años para el regreso a su casa. Solía pasear a su perro en ese lugar. “Lo pensaré dos veces”, reflexionó.
La mañana siguiente al homicidio, el Morningside Park amaneció cerrado.
La Policía de Nueva York ordenó una limpieza total del lugar en busca de pruebas que pudieran conducir a los sospechosos. Interrogaron a dos jóvenes, pero fueron liberados horas después por no reunir suficientes evidencias en su contra.
Ahora pidió la ayuda de toda la comunidad para intentar develar qué pudo haber ocurrido y, sobre todo, quiénes son los responsables.
La comunidad y las autoridades están preocupadas por el resurgimiento del crimen.
Bill de Blasio, alcalde de Nueva York se refirió al tema que conmueve a la ciudad. “Es aterrador pensar que eso puede suceder en cualquier lugar. Es increíble que pueda suceder al lado de uno de nuestros grandes campus universitarios”.
Desde junio último, cinco denuncias se reportaron en el área donde Tessa fue apuñalada. Las detenciones aumentaron en este último tiempo en que los robos y los ataques se convirtieron en moneda corriente.
El resto de los estudiantes se vio impactado por el crimen de “la chica de pelo verde”, como se la conocía. Algunos se acercan a honrar su memoria al situo donde perdió su vida. Otros guardan silencio.
Están aún muy tristes como para hablar. Tessa además era famosa en la vida académica por su talento. Su pasión por el punk rock era absoluta. Tanto que en otoño último había lanzado su primer disco. En octubre se presentó por primera vez en un escenario en la gran ciudad.
Con información de: infobae.com
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