Decenas de historias han surgido en las redes tras las graves explosiones que el martes devastaron la ciudad de Beirut, capital del Líbano, dejando decenas de muertos y miles de heridos.
Una de ellas es la de una mujer de la tercera edad, quien tras el desastre, fue captada tocando el piano en medio de su hogar, parcialmente destruido por la onda expansiva provocada por el segundo estallido.
En las imágenes se observa a la mujer, vestida con una blusa estampada, tocando tranquilamente el instrumento, mientras otra persona graba los severos daños que sufrió la vivienda a consecuencia de la explosión.
La triste escena con cristales rotos, cortinas desgarradas y muebles dañados contrasta con la dulce melodía interpretada por la abuelita.
Paz en la Tormenta… una mujer toca el piano en su casa de Beirut, luego de la tragedia que ha vivido la ciudad. pic.twitter.com/fzOyzHntX1
— Carlos Zamudio (@Czamudio1981) August 5, 2020
Se trata de las notas de “Auld Lang Syne”, una canción patrimonial escocesa cuya letra consiste en un poema escrito por Robert Burns, en 1781.
En América Latina, al tema se le conoce comúnmente como “Canción del adiós”.
Duelo nacional
El primer ministro libanés, Hasan Diab, decretó para este miércoles un día de duelo nacional por la tragedia.
Según un balance provisional del ministerio de Sanidad, las explosiones habían cobrado la vida de al menos 113 personas, pero todavía hay decenas de desaparecidos, por lo que se teme que la cifra de fatalidades pueda aumentar.
Por su parte, el gobernador de Beirut, Marwan Aboud, indicó que hasta 300 mil personas se quedaron sin domicilio debido a los enormes daños que, según él, afectaron a más de la mitad de la capital, en la que habitan unos 2 millones de personas.
“La situación es apocalíptica, Beirut jamás ha vivido esto en su historia”, consideró el gobernador, citado por la AFP.
VIDEOS. Así fue el impactante momento de la explosión ocurrida en Beirut
La potencia de estas explosiones fue tal que los sensores del Instituto Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés) las registraron como un sismo de magnitud 3,3.
Su onda de choque se sintió, además, hasta en la isla de Chipre, a más de 200 kilómetros de distancia.