El Gobierno de Venezuela anunció este lunes que el presidente Nicolás Maduro cancela su participación en la cumbre de la CELAC ante un supuesto plan de “agresión” en contra de su delegación. “En las últimas horas hemos sido informados, de manera irrebatible, de un plan elaborado en el seno de la derecha neofascista, cuyo objetivo es llevar a cabo una serie de acciones de agresión, en contra de nuestra delegación encabezada por el Presidente de la República”, señaló un comunicado oficial.
“Pretenden montar un ‘show’ deplorable, a fin de perturbar los efectos positivos de tan importante cita regional”, la séptima cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), “y así contribuir a la campaña de descrédito (ya fracasada) que se ha emprendido contra nuestro país desde el imperio norteamericano”.
En lugar de Maduro, el canciller Yvan Gil representará a Venezuela en la cumbre de la CELAC, a realizarse en Argentina.
“Más que invitado”
La presencia de Maduro había caldeado el ambiente en las horas previas a la CELAC, tras ser denunciado por particulares y organizaciones civiles ante la justicia argentina por violación a los derechos humanos, y algunos dirigentes opositores pidieron incluso que fuera detenido si llegaba al país.
El gobierno socialista venezolano agradeció la “cordial invitación” del presidente argentino, Alberto Fernández, que en una entrevista publicada el domingo en el diario brasileño Folha de Sao Paulo dijo que Maduro estaba “más que invitado”.
Más temprano, el gobierno de Brasil retiró de la agenda del presidente Lula da Silva una reunión con Maduro. El encuentro entre ambos generaba expectativa, luego del distanciamiento entre Caracas y Brasilia durante el mandato de Jair Bolsonaro. La semana pasada una comisión diplomática deBrasil llegó a Venezuela para “normalizar las relaciones entre ambos países” y trabajar en la reapertura de sus sedes consulares, cerradas desde 2020, informó Brasilia.
*Con información de AFP