El domingo 4 de agosto, el futbol guatemalteco se vio envuelto en un trágico suceso. Miguel Ángel Santizo López, un árbitro de 49 años, falleció después de desplomarse durante un partido en el caserío Puente Nahuatan, municipio de Pajapita, San Marcos.
Santizo López, originario de Coatepeque, Quetzaltenango, se encontraba dirigiendo el encuentro cuando sufrió un posible paro cardíaco. Inmediatamente, los Bomberos Municipales Departamentales de Pajapita se desplazaron al lugar para brindarle atención prehospitalaria.
A pesar de los esfuerzos realizados, incluyendo maniobras de resucitación cardiopulmonar (RCP) por un espacio de 15 minutos, no fue posible salvar la vida del árbitro, quien falleció en el lugar.
Este suceso ha generado una profunda consternación en la comunidad futbolística de la región y entre los vecinos de Coatepeque, quienes recuerdan a Santizo López como una persona dedicada y apasionada por el deporte.
Otra tragedia en una cancha de futbol
Este mismo fin de semana, en los campos de Villas del Quetzal, Ciudad Quetzal, se vivió otra tragedia. Un ataque armado dejó un muerto y un herido, aumentando la consternación en el ámbito deportivo.
Cámaras de seguridad captaron cómo dos hombres colocaban la red en la portería cuando, de repente, aparecieron dos sujetos armados y comenzaron a disparar.
Uno de los hombres fue abatido a tiros sin tener tiempo de reaccionar y murió en el acto, mientras que el otro salió corriendo pero fue alcanzado por un disparo y quedó herido. Se desconoce el motivo del ataque.