El Crystal Palace hizo historia este sábado al coronarse campeón de la FA Cup 2025, tras vencer 1-0 al Manchester City en la final disputada en Wembley. Con este resultado, los 'Eagles' alzaron el primer título en sus 164 años de existencia y dejaron al conjunto de Pep Guardiola sin trofeos por primera vez desde 2017. El gol decisivo llegó gracias a una brillante jugada colectiva que culminó Eberechi Eze, tras una contra fulminante iniciada por Jean-Philippe Mateta y asistida por el colombiano Daniel Muñoz, protagonista por su despliegue en el carril derecho.
El City, que llegaba a esta final con la esperanza de maquillar una temporada decepcionante, se mostró sin chispa y fue superado por un Palace más intenso y determinado. Dean Henderson, el arquero del conjunto londinense, fue figura clave al detener un penalti a Omar Marmoush y realizar varias intervenciones decisivas, incluyendo una estirada crucial ante Jeremy Doku y un mano a mano frente a Claudio Echeverri. Aunque estuvo cerca de ser expulsado por una mano fuera del área, su actuación fue determinante para mantener el arco en cero.
Crystal Palace estará en competencia europea
El VAR anuló un segundo gol del Palace, obra de Daniel Muñoz, por fuera de juego, lo que añadió dramatismo al cierre del partido. A pesar de ese revés momentáneo, los dirigidos por Oliver Glasner supieron resistir la presión final del City y cerrar un triunfo memorable. Este título no solo representa una hazaña deportiva, sino también la recompensa al proyecto del técnico austríaco, quien tomó las riendas del equipo en febrero de 2024 y lo ha revitalizado con una identidad combativa y organizada.
En contraste, el Manchester City enfrenta una profunda reflexión. Fuera de la lucha por la Premier League, la Champions y la Copa de la Liga, su única satisfacción ha sido asegurarse un lugar entre los cinco primeros del campeonato inglés. La derrota en Wembley marca el fin de una etapa y abre interrogantes sobre el futuro inmediato del club. Mientras tanto, el Crystal Palace celebra una gesta inolvidable que quedará grabada en los libros de historia del fútbol inglés.