Luka Modric ha puesto fin a una de las etapas más memorables en la historia del Real Madrid. El pasado miércoles, el croata disputó su último partido con el club blanco ante el Paris Saint-Germain en el Mundial de Clubes. Tras 13 años defendiendo la camiseta merengue, Modric se marcha con un palmarés envidiable de 27 títulos, incluyendo cinco Champions League y múltiples ligas españolas. Llegó en 2012 bajo la dirección de José Mourinho y, con el paso de los años, se convirtió en una figura clave del mediocampo madridista y en una leyenda eterna del Santiago Bernabéu.
El técnico Xabi Alonso, quien ha tomado las riendas del equipo, quiso rendirle un último homenaje al concederle minutos en el encuentro ante el PSG, a pesar de la derrota. La afición, reunida en suelo estadounidense, no dejó pasar la oportunidad de ovacionarlo en cada balón tocado, demostrando el cariño y el respeto que Modric ha sembrado durante su trayectoria en el club. Su presencia ha sido sinónimo de clase, liderazgo y compromiso, valores que quedarán grabados en la historia del Madrid.
Modric se despide de su casa
Ahora, con casi 40 años, Modric afrontará un nuevo reto en su carrera: el AC Milan. Aunque no existe un anuncio oficial por parte del club blanco, tanto el director deportivo del conjunto italiano, Igli Tare, como el nuevo técnico rossonero, Massimiliano Allegri, han confirmado su inminente llegada. "Lo primero que me preguntó Luka fue si íbamos a construir un equipo para ganar el campeonato", reveló Tare, destacando la mentalidad ganadora del croata. Por su parte, Allegri afirmó: "Estamos esperando a Luka Modric. Llegará en agosto. Es un jugador extraordinario que no necesita presentación".
Modric se marcha del Real Madrid con un mensaje emotivo en sus redes sociales: "Mi casa 13 años. Mi casa para siempre. Esto no es un adiós, es un hasta luego Real Madrid". Su despedida no solo marca el final de una era dorada para el club blanco, sino también el comienzo de una nueva etapa para un futbolista que aún siente la pasión por competir al más alto nivel. La afición madridista lo recordará por siempre como un símbolo de excelencia y entrega, y el fútbol europeo se prepara para seguir disfrutando de su magia, ahora en la Serie A.

