Xelajú MC estuvo a solo unos pasos de conquistar el primer título internacional de su historia, pero la ilusión se desvaneció desde los once metros. Después de igualar 1-1 en el Estadio Cementos Progreso ante Liga Deportiva Alajuelense, y cerrar un global de 2-2, el conjunto quetzalteco cayó en la tanda de penales y vio escapar la Copa Centroamericana 2024.
Sin embargo, más allá de la derrota, el nombre que marcó la conversación posterior fue el de Amarini Villatoro. El entrenador de Xelajú no ocultó su molestia y señaló directamente al arbitraje, a la Concacaf e incluso a la institución rival por lo que calificó como un "penal inexistente" que, según él, cambió por completo el rumbo de la final.
El instante que encendió la polémica: el penal del minuto 67
Para Villatoro, la jugada que quebró el partido llegó a los 67 minutos, cuando Widvin Tebalán fue sancionado por una supuesta falta sobre Anthony Hernández dentro del área. El árbitro hondureño Nelson Salgado, con el respaldo del VAR, decretó la pena máxima que Ronaldo Cisneros transformó en el 1-0 para Alajuelense.
Aunque Xelajú logró reaccionar con un golazo de Juan Cardona al 83’, la decisión arbitral siguió siendo el eje de la inconformidad del técnico.
Un reclamo que apunta a Concacaf y su arbitraje
El entrenador evitó profundizar en críticas directas para evitar sanciones, pero dejó claras sus sospechas sobre un sesgo en la competencia.
Villatoro insistió en que Xelajú fue superior en varios tramos, especialmente en la prórroga:
"Hay escudos que pesan": el dardo más fuerte
El técnico también insinuó que el peso histórico y mediático de algunos clubes influye en este tipo de partidos:
A pesar de todo, Villatoro cerró con un mensaje de orgullo hacia sus jugadores:
Un subcampeonato con sabor amargo
Xelajú MC firmó una Copa Centroamericana histórica, pero la final dejó un sentimiento de frustración por la forma en que se escapó el título. Mientras Alajuelense celebra su tricampeonato regional, en Quetzaltenango la conversación seguirá girando en torno al penal que cambió la noche... y a las declaraciones de un entrenador que no teme señalar lo que, según él, empañó la final.
