A mucha gente se le va el apetito cuando se siente triste o enojada, aunque debo confesar que ese no es mi caso.
Sin embargo los expertos en nutrición aseguran que cuando estamos enfrentado emociones negativas o nuestro estado de ánimo no es el mejor, no deberíamos de comer porque podría hacernos engordar.
Según una investigación internacional, la nutrióloga Sigrid Pimentel Martín asegura que: “Las emociones son energía que se transforma en sobrepeso, indigestión, un sistema inmunológico débil, o cualquier otra enfermedad o síntoma”. Por eso en realidad recomienda identificar nuestras emociones negativas y tratarlas.
Muchas veces no comemos porque tenemos hambre o porque de verdad lo necesitamos, simplemente no sabemos manejar nuestras emociones o las canalizamos con la comida. He ahí el peligro.
Por lo tanto como conclusión y recomendación para evitar el sobrepeso, los expertos en el tema sugieren modificar nuestros hábitos alimenticios, identificar nuestras emociones, comer lo necesario, expresar nuestros sentimientos.
Fuente: https://bit.ly/2lHwnbj