Un estudio internacional reveló cuáles son los dos mejores destinos para sobrevivir ante una guerra nuclear, al menos hasta una década después de haber iniciado. El dato fue publicado originalmente por la revista internacional Nature Food y posteriormente difundido en el diario estadounidense The Times.
“Según un nuevo estudio, los países con mayores esperanzas de al menos ver sobrevivir a su civilización en la década siguiente a una guerra nuclear serían Argentina y Australia”, indica el estudio, citado por el matutino en una edición de agosto de 2022.
Pero, ¿por qué Argentina y Australia? De acuerdo con el informe, la mayoría de los países vieron al menos una reducción del 90 % en calorías, pero otros, como los dos anteriormente mencionados, y una franja de África central, pudieron mantener la producción de calorías porque ya trabajaban cultivos más resistentes como el trigo (en grandes cantidades) y tenían pocas poblaciones. “Todavía habría suficiente producción nacional para ellos, pero puedes imaginar que habrá flotillas de refugiados hambrientos de Asia en su camino”, dijo el profesor Alan Robock, de la Universidad de Rutgers en Nueva Jersey, citado por The Times.
“La amenaza de usar armas nucleares para disuadir un ataque es una bomba suicida. Porque si las usas, todos en tu país morirán de hambre”.
Invierno nuclear
Según el medio, se trata de uno de los análisis más detallados de los efectos de un invierno nuclear, tratando de comprender lo que sucedería cuando los incendios masivos causados por un intercambio nuclear a gran escala arrojaran suficiente hollín para oscurecer la luz solar. “Su conclusión es que, incluso si evitas estar entre las muertes iniciales, el efecto indirecto del conflicto significa que 5 mil millones de personas podrían morir de hambre en todo el mundo en los años inmediatamente posteriores al ataque”, apunta.
“Todo el mundo entiende que el efecto directo de la guerra nuclear sería terrible, como vimos en Hiroshima y Nagasaki”, dijo Robock. “Nuestro trabajo muestra que más de diez veces más de personas podrían morir en el resto del mundo debido a los impactos sobre el clima y la agricultura”, añadió.
Los temores de una posible guerra nuclear se reavivaron a raíz del conflicto entre Rusia y Ucrania, desatado en febrero de 2022. En diciembre, el presidente ruso, Vladimir Putin, volvió a advertir que la amenaza del uso de un arma nuclear “está creciendo”. “Tal amenaza está creciendo, sería un error ocultarla”; sin embargo, Rusia, “bajo ninguna circunstancia” usaría las armas primero, dijo el mandatario, citado por medios internacionales. “No nos hemos vuelto locos, somos conscientes de lo que son las armas nucleares (…) No vamos a correr por el mundo blandiendo esta arma como una navaja”, aclaró, aunque fue contundente en que Rusia posee las armas nucleares más modernas y avanzadas del mundo.