El regreso de Keylor Navas a la portería de la selección de Costa Rica, tras un año de ausencia, no tuvo el desenlace esperado. En un amistoso internacional disputado en el Estadio Johan Cruyff de Barcelona, el combinado costarricense cayó por 2-0 ante la selección de Cataluña, en un partido especial que conmemoraba el 125º aniversario de la Federación Catalana de Fútbol. A pesar de las intenciones del técnico Miguel Herrera de usar este encuentro como preparación de cara a las eliminatorias rumbo al Mundial de 2026 y la Copa Oro, el equipo tico mostró muchas carencias ante una selección catalana llena de juventud y talento.
El partido comenzó con una Costa Rica enérgica, generando peligro desde los primeros minutos con llegadas de Warren Madrigal y Carlos Mora. Sin embargo, el equipo centroamericano fue perdiendo fuerza con el paso de los minutos. Cataluña, por su parte, fue creciendo en el juego y empezó a dominar el encuentro con mayor claridad. Aunque el primer tiempo terminó sin goles, ya se notaba un claro dominio por parte del conjunto dirigido por Gerard López, que supo reorganizar sus piezas con hasta nueve cambios en el entretiempo para inyectarle dinamismo a su esquema.
No fue el regreso esperado de Keylor Navas
La segunda mitad fue un verdadero recital del combinado catalán. La entrada de Keita Baldé, Jofre Carreras y Antoniu Roca le dio otro aire al ataque local. Fue precisamente Roca quien abrió el marcador al minuto 70 con un disparo preciso que dejó sin opciones al portero Patrick Sequeira, quien había ingresado en lugar de Navas. Cataluña selló su victoria en el minuto 89 con un gol de Carles Aleñá, tras una gran jugada colectiva iniciada por Carreras. Aunque Costa Rica tuvo algunos chispazos ofensivos, la falta de contundencia y cohesión fue evidente.
Para Keylor Navas, este regreso a la selección supone un nuevo comienzo en su etapa internacional, pero también deja claro que el equipo necesita mucho trabajo si quiere competir al más alto nivel. A sus 37 años, el exportero del Real Madrid mostró seguridad bajo los tres palos en la primera parte, pero no fue suficiente para evitar una derrota justa ante un rival que, a pesar de no competir oficialmente como selección reconocida por FIFA, demostró gran calidad y cohesión colectiva. El reto para Costa Rica ahora será aprender de este tropiezo y enfocarse en los compromisos oficiales que se avecinan.

