En su trigésimo encuentro, un año después de la decepción que supuso la eliminación en los cuartos de final de la Eurocopa 2024, el español Roberto Martínez, seleccionador de Portugal, logró su primer título con el equipo luso, clave en la toma de decisiones para transformar el devenir del duelo, empatar y ganar en los penaltis la segunda Liga de Naciones de la historia del país.
Acertado en cada cambio, cuando incluyó velocidad para alterar el duelo, la tanda desde los once metros reafirmó el proyecto del técnico español en Portugal, la misma suerte que lo condenó a la decepción en los cuartos de final de la pasada Eurocopa, también en Alemania, cuando Francia la doblegó en esa destreza y puso en duda todo el trabajo.
Son ya treinta partidos al frente del equipo, con el que se estrenó el 23 de marzo de 2023 con un 4-0 ante Liechtenstein, la primera de las 21 victorias que ha conseguido en todo este trayecto, con cinco empates y cuatro derrotas, una sola en los últimos 12 choques.
Portugal campeón
De nuevo una tanda de penaltis, como la que impulsó a España en su primera Liga de Naciones conquistada, le alejó en esta ocasión del título y puso freno a su dinámica ganadora, desde el fallo de Álvaro Morata en su penalti, en una final repleta de igualdad ante Portugal, que se levantó en dos ocasiones de los golpes para bajar a la tierra a la Roja.
A España ya nadie le quitará el cartel de favorita al Mundial 2026, aunque se queda con el aviso recibido. Ha pasado de no ser considerada ni candidata a la Eurocopa 2024, a ser el rival a evitar por todos por la forma de competir de un grupo de jugadores que crecerá desde la desilusión. El golpe de realidad le llegó en Múnich, donde llegó en una dinámica tan positiva que se sentía capaz de convertir lo extraordinario, ganar títulos consecutivos ante rivales repletos de grandeza, en algo cotidiano.
En esta ocasión se le fue por un detalle que no es una moneda al aire. Morata ya tenía heridas del pasado y quiso asumir la responsabilidad de tirar. Su fallo fue el único en una tanda perfecta. En una final en la que se castigó el mínimo error por el gran nivel de las dos selecciones.
*Información EFE.
