El próximo 10 de octubre, Guatemala enfrentará a Surinam en Paramaribo, en un duelo clave de las eliminatorias mundialistas rumbo al 2026. El escenario será el Dr. Ir. Franklin Essed Stadion, el mismo donde los surinameses frenaron a Panamá con un empate 0-0 y que se ha convertido en un fortín para una selección que ya sorprendió venciendo 2-1 a El Salvador como visitante.
Surinam lidera el grupo con 4 puntos y se ha ganado el respeto en la región. Lo que antes parecía un rival accesible, ahora es un equipo armado con futbolistas de alto nivel, muchos de ellos con experiencia en Europa, lo que marca una clara diferencia respecto a Guatemala, que cuenta mayoritariamente con jugadores de la Liga Nacional.
El músculo europeo de Surinam
La columna vertebral del equipo está formada por figuras que compiten en ligas de primer nivel. Entre los nombres más destacados aparece Sheraldo Becker, delantero del Osasuna en LaLiga; Radinio Balker, defensa del Huddersfield Town inglés, y Jean-Paul Boëtius, mediocampista del Darmstadt 98 en Alemania, y Radinio Balker, central en el Huddersfield Town de la EFL League One.
Aunque sufrieron la baja de Myenty Abena central del Gaziantep FK de Turquía, la convocatoria de emergencia de Stefano Denswil defensa del Kayserispor turco, refuerza una zaga que combina físico, experiencia y roce internacional.
En la última convocatoria, de los 11 titulares, 10 juegan en Europa y 1 en Asia Un contraste brutal con la realidad guatemalteca.
El vínculo con Países Bajos
El impulso de Surinam no se entiende sin su conexión histórica con Países Bajos. Desde 2019, gracias a cambios legales avalados por la FIFA, jugadores de origen surinamés formados en Europa pueden representar a la selección. Así, la herencia futbolística que en el pasado produjo a leyendas como Clarence Seedorf o Ruud Gullit ahora nutre directamente al combinado nacional.
Un aviso para Guatemala
La Azul y Blanco, hoy cuarta en el grupo con apenas un punto, deberá estar atenta. El crecimiento de selecciones como Surinam, Curazao, Martinica o Guadalupe está reconfigurando la CONCACAF. Lo que antes eran rivales "pequeños" hoy son equipos con jugadores internacionales que saben competir.
Para Guatemala, el reto será doble: no solo enfrentar a once futbolistas, sino a un proyecto que refleja el cambio silencioso en la región.
